¿Que tal está toda la concurrencia? Después de todos estos días, y animado por CHAO, ya que no quería ser yo el que rompiese el hielo, me he decidido otra vez a escibir, pero con la única intención de dar señales de vida (aunque haya a quien le pese), porque lo que tenga que decir, no es absolutamente nada comparado con lo que dice nuestro amigo EL TORPE.
Desde mi lugar de vacaciones he leido todos los días el chat, pero con mucho pesar no he querido hacer ningún comentario, ya que como dije antes de irme, que esta tregua era solamente para dar tiempo a nuestros mandatarios para que se expresasen e intentasen dar alguna explicación. Pero visto lo visto, aquí nadie se ha dignado en contestar ni una sola palabra, y ese silencio no se que significará.
Los únicos comentarios vertidos solo hacen referencia a temas de poco interés, como es el de la carta de queja por la dicoteca de una vecina del pueblo, esas son cosas de poca monta pero que demuestran que si el alcalde actua así en temas irrelevantes como será en los de importancia.
Me da a mí que ya teneis pocos defensores de la causa en vuestro pueblo, por lo que teneis que recurrir a las fuerzas forasteras. ¿Estais orgullosos? No creo, a mi me parecería penoso que todos mis amigos se convirtiesen de la noche a la mañana en mis peores enemigos, pero eso sí, no sin razón. Os lo habeis ganado a pulso.
Yo diría a esos, que os tienen en tan alta estima (al del palco, y al de Huecas, que ya le han puesto nombre), que se proocupen de los asuntos de sus pueblos, que nosotros nos ocuparemos de los nuestros.
Por cierto, ¿considerais todo lo que aquí se dice como veneno?, si es así, haberlo pensado antes de hacer la mezcla fatal. Tened pues mucho cuidado con la lengua viperina de EL TORPE, su mordedura puede producir un estado de letargo pernicioso.
Después de esta nota dejo constancia de que no me he retirado definitivamente, aunque convenga esperar algún tiempo más para que llegue la respuesta.
CANUTO II.
Desde mi lugar de vacaciones he leido todos los días el chat, pero con mucho pesar no he querido hacer ningún comentario, ya que como dije antes de irme, que esta tregua era solamente para dar tiempo a nuestros mandatarios para que se expresasen e intentasen dar alguna explicación. Pero visto lo visto, aquí nadie se ha dignado en contestar ni una sola palabra, y ese silencio no se que significará.
Los únicos comentarios vertidos solo hacen referencia a temas de poco interés, como es el de la carta de queja por la dicoteca de una vecina del pueblo, esas son cosas de poca monta pero que demuestran que si el alcalde actua así en temas irrelevantes como será en los de importancia.
Me da a mí que ya teneis pocos defensores de la causa en vuestro pueblo, por lo que teneis que recurrir a las fuerzas forasteras. ¿Estais orgullosos? No creo, a mi me parecería penoso que todos mis amigos se convirtiesen de la noche a la mañana en mis peores enemigos, pero eso sí, no sin razón. Os lo habeis ganado a pulso.
Yo diría a esos, que os tienen en tan alta estima (al del palco, y al de Huecas, que ya le han puesto nombre), que se proocupen de los asuntos de sus pueblos, que nosotros nos ocuparemos de los nuestros.
Por cierto, ¿considerais todo lo que aquí se dice como veneno?, si es así, haberlo pensado antes de hacer la mezcla fatal. Tened pues mucho cuidado con la lengua viperina de EL TORPE, su mordedura puede producir un estado de letargo pernicioso.
Después de esta nota dejo constancia de que no me he retirado definitivamente, aunque convenga esperar algún tiempo más para que llegue la respuesta.
CANUTO II.