Pintura de San Luis Gonzaga. Nació San Luis el 9 de Marzo de 1568 en castillo de Castiglione de la Stivieri, en la Lombardía (Italia). Fue hijo de Don Ferrante Gonzaga, marqués de Chatillon de Stivieres y principe del Imperio, y de doña Marta Tana Sentena, dama de honor de la mujer de Felipe II de España.
Entre el lujo de los palacios donde vivió, consiguió mantener el voto de castidad que hizo a la Santisima Virgen en Florencia. Hasta que una vez en la entoces Catedral de San Isidro de Madrid, la Virgen del Buen Consejo le dijo que tenía que ingresar en la Compañía de Jesús.
Así lo hizo por mandato de la Santísima Virgen, pese a las amenzas de su padre. Antes, por ser el primogénito, renunció a todos sus derechos a los títulos nobiliarios y a la fortuna de su padre.
Debido a la epidemia de peste que sacudió Roma en el año 1591, hizo que los padre jesuitas abriesen un hospital, que atendía desde el padre general hasta los hermanos legos.
En esta obra de caridad San Luis se contagió de tifus. Después de una corta enfermedad, entre las diez y las once de aquella noche, del 20 de junio, se produjo un cambio en su estado y fue evidente que el fin se acercaba. Con los ojos clavados en el crucifijo y el nombre de Jesús en sus labios, expiró alrededor de la medianoche, entre el 20 y el 21 de junio de 1591, al llegar a la edad de veintitrés años y ocho meses.
Los restos de San Luis Gonzaga se conservan actualmente bajo el altar de Lancellotti en la Iglesia de San Ignacio, en Roma.
En el año 1621 fue beatificado
Fue canonizado en 1726.
El Papa Benedicto XIII lo nombró protector de estudiantes jóvenes.
El Papa Pio XI lo proclamó patrón de la juventud cristiana.
Debido a la influencia de los misioneros jesuitas, se venera con especial devoción a este santo en Rielves.
Entre el lujo de los palacios donde vivió, consiguió mantener el voto de castidad que hizo a la Santisima Virgen en Florencia. Hasta que una vez en la entoces Catedral de San Isidro de Madrid, la Virgen del Buen Consejo le dijo que tenía que ingresar en la Compañía de Jesús.
Así lo hizo por mandato de la Santísima Virgen, pese a las amenzas de su padre. Antes, por ser el primogénito, renunció a todos sus derechos a los títulos nobiliarios y a la fortuna de su padre.
Debido a la epidemia de peste que sacudió Roma en el año 1591, hizo que los padre jesuitas abriesen un hospital, que atendía desde el padre general hasta los hermanos legos.
En esta obra de caridad San Luis se contagió de tifus. Después de una corta enfermedad, entre las diez y las once de aquella noche, del 20 de junio, se produjo un cambio en su estado y fue evidente que el fin se acercaba. Con los ojos clavados en el crucifijo y el nombre de Jesús en sus labios, expiró alrededor de la medianoche, entre el 20 y el 21 de junio de 1591, al llegar a la edad de veintitrés años y ocho meses.
Los restos de San Luis Gonzaga se conservan actualmente bajo el altar de Lancellotti en la Iglesia de San Ignacio, en Roma.
En el año 1621 fue beatificado
Fue canonizado en 1726.
El Papa Benedicto XIII lo nombró protector de estudiantes jóvenes.
El Papa Pio XI lo proclamó patrón de la juventud cristiana.
Debido a la influencia de los misioneros jesuitas, se venera con especial devoción a este santo en Rielves.