Hola Raquel. Te conocí el pasado sábado en Seven; en ese momento te dije que eras la chica más guapa del bar, pero rectifico: eres la chica más guapa del mundo. No se puede expresar con palabras lo que me hiciste sentir esa noche. Ahora entiendo lo que sentía Don Quijote por Dulcinea. Pero mi Dulcinea es de Quintanar en vez de El Toboso. Probablemente no vuelva por ahí; pero si lo hago, ten en cuenta que será por tí, para hacer algo que debí haber hecho el sábado y no lo hice.