CAPITULOS XIX
SUEÑOS
Hacia semanas que no se podia dormir por causa del sofocante calor y del infernal ruido que provenia de las discotecas de verano, de los botellones que hacian los jóvenes con la música de los coches a todo volumén y de las conversaciones y broncas (estas, posiblemente causadas por la ingesta excesiva de alcohol), por lo que decidí hablar con los causantes del ruido; Primero me recorrí todas las discotecas para exponerles a los responsables de las mismas los problemas que teniamos los vecinos pensando que era como predicar en el desierto, pero cual no fué mi sorpresa cuando los responsables de los locales se prestaron a acompañarme a mi domicilio y al de varios vecinos para comprobar insitu el porqué de nuestras quejas; Después de comprobar que efectivamente el ruido de la música proveniente de sus locales era insoportable, nos prometieron que pondrian los medios necesarios para que no volviera a ocurrir.
Desde entonces el infernal ruido se ha convertido en un murmullo apenas impercectible al oido humano, ahora me propongo hablar con los jóvenes que hacen botellón los fines de semana.
He recorrido durante varias noches los fines de semana los lugares donde se suelen reunir para hacer el botellón, y, aunque no tenia muchas esperanzas de que me escucharan y que me echaran con cajas destempladas, fué todo lo contrario, me invitaron a tomar unas copas con ellos, a charlar y bailar, y después de unas horas y pensando que los chicos no estarian para charlas pensé dejarlo para otra ocasión, pero ellos enseguida se dispusieron a escuchar mis quejas, y algunos incluso decian que yo tenia razón, pues a sus padres les ocurria como a casi todos los vecinos y cuando llegaban a casa por la mañana enseguida se liaba la bronca; Entonces decidieron probar a poner la música más baja, y estubieron probando hasta que lograron el perfecto equilibrio, pusieron la música lo suficientemente alta como para oirla y animarse a bailarla, y lo suficientemente baja para que los vecinos pudieran descansar.
Solo faltaba el sofocante calor para poder tener las noches perfectas para conciliar el sueño, pero ahí es obvio que no podia hacer nada salvo utilizar los clásicos remedios caseros.
Cuando llegaba a Ocaña por las tardes desde el trabajo conduciendo, siempre tenia que parar y esperar a que los viandantes pudieran llegar a alguna acera ya que casi siempre utilizaban la calzada porque apenas habia aceras y casi ninguna llegaba a ser lo suficientemente ancha como para permitir ni siquiera el paso de una persona.
Un dia que ocurrió un accidente causado por el mal estado de las aceras, varios vecinos nos fuimos a hablar con los responsables para que buscaran una solución rápida; No sé como ocurrió pero cuando un dia llegué de trabajar me encontré con aceras cuyo nombre ya se merecian, y pensé que eran muy competentes y responsables y me alegré de tener a unos gobernantes preocupados por su pueblo y sus gentes.
Muchas veces cuando voy a meter el vehiculo en el garaje o a salir de el me encuentro la entrada obstruida por algún vehículo de alguien que lo deja ahí sin pensar en los perjuicios que pueden causar a los demás e intento buscar al dueñ@ para que lo retire, siendo infructuosa la búsqueda en las mayorias de las ocasiones, y en otras me contestan que me espere o me joda.
SUEÑOS
Hacia semanas que no se podia dormir por causa del sofocante calor y del infernal ruido que provenia de las discotecas de verano, de los botellones que hacian los jóvenes con la música de los coches a todo volumén y de las conversaciones y broncas (estas, posiblemente causadas por la ingesta excesiva de alcohol), por lo que decidí hablar con los causantes del ruido; Primero me recorrí todas las discotecas para exponerles a los responsables de las mismas los problemas que teniamos los vecinos pensando que era como predicar en el desierto, pero cual no fué mi sorpresa cuando los responsables de los locales se prestaron a acompañarme a mi domicilio y al de varios vecinos para comprobar insitu el porqué de nuestras quejas; Después de comprobar que efectivamente el ruido de la música proveniente de sus locales era insoportable, nos prometieron que pondrian los medios necesarios para que no volviera a ocurrir.
Desde entonces el infernal ruido se ha convertido en un murmullo apenas impercectible al oido humano, ahora me propongo hablar con los jóvenes que hacen botellón los fines de semana.
He recorrido durante varias noches los fines de semana los lugares donde se suelen reunir para hacer el botellón, y, aunque no tenia muchas esperanzas de que me escucharan y que me echaran con cajas destempladas, fué todo lo contrario, me invitaron a tomar unas copas con ellos, a charlar y bailar, y después de unas horas y pensando que los chicos no estarian para charlas pensé dejarlo para otra ocasión, pero ellos enseguida se dispusieron a escuchar mis quejas, y algunos incluso decian que yo tenia razón, pues a sus padres les ocurria como a casi todos los vecinos y cuando llegaban a casa por la mañana enseguida se liaba la bronca; Entonces decidieron probar a poner la música más baja, y estubieron probando hasta que lograron el perfecto equilibrio, pusieron la música lo suficientemente alta como para oirla y animarse a bailarla, y lo suficientemente baja para que los vecinos pudieran descansar.
Solo faltaba el sofocante calor para poder tener las noches perfectas para conciliar el sueño, pero ahí es obvio que no podia hacer nada salvo utilizar los clásicos remedios caseros.
Cuando llegaba a Ocaña por las tardes desde el trabajo conduciendo, siempre tenia que parar y esperar a que los viandantes pudieran llegar a alguna acera ya que casi siempre utilizaban la calzada porque apenas habia aceras y casi ninguna llegaba a ser lo suficientemente ancha como para permitir ni siquiera el paso de una persona.
Un dia que ocurrió un accidente causado por el mal estado de las aceras, varios vecinos nos fuimos a hablar con los responsables para que buscaran una solución rápida; No sé como ocurrió pero cuando un dia llegué de trabajar me encontré con aceras cuyo nombre ya se merecian, y pensé que eran muy competentes y responsables y me alegré de tener a unos gobernantes preocupados por su pueblo y sus gentes.
Muchas veces cuando voy a meter el vehiculo en el garaje o a salir de el me encuentro la entrada obstruida por algún vehículo de alguien que lo deja ahí sin pensar en los perjuicios que pueden causar a los demás e intento buscar al dueñ@ para que lo retire, siendo infructuosa la búsqueda en las mayorias de las ocasiones, y en otras me contestan que me espere o me joda.