Es de verdadera vergüenza el artículo de réplica que hace el sr alcalde en el perfil. Demuestra su falta de educación y de rigor político. Este señor se presenta voluntariamente a unas elecciones como primer edil, y sabe que con el cargo asume todos los pros y contras que se encuentren adheridos al cargo. Cuando hay que ponerse medallas bien que se las pone, con un ambiente jovial que él mismo crea a su alrededor; pero cuando vienen las críticas es cuando cambia el cuento. El tono que utilizó Emilio en su artículo puede que no fuera el más adecuado, de acuerdo, pero de ahí a emplear el tono que emplea el aludido en su réplica, ostentando el cargo que ostenta, va un mundo. Creo que al ser un representante público, pues al fin y al cabo representa al pueblo de Ocaña, debería limar un poco esas desmedidas expresiones que utiliza para dirigirse a quien le critica, pues si lo que pretende es defenderse no es el todo adecuado. Ha desmostrado no tener esa calma necesaria para mantener la compostura frente a las críticas y ha caido tan bajo que a mi, ciudadano y votante, no me merece la menor confianza, pues demuestra que no tolera ningún tipo de contrariedad en sus planes y por ello puede llegar a perder los nervios en un momento dado y al dejarse llevar por la ira puede incurrir en un error que, de un modo u otro, afecte a los intereses del pueblo.
Las críticas, como ya he dicho antes, van en el cargo al que se presenta voluntariamente y hay que aceptarlas y defenderse de ellas, y aunque estas críticas se hagan en un tono inadecuado no se puede replicar de la misma forma, pues no caerás a la misma altura de quien las hizo, caerás más bajo.
Las críticas, como ya he dicho antes, van en el cargo al que se presenta voluntariamente y hay que aceptarlas y defenderse de ellas, y aunque estas críticas se hagan en un tono inadecuado no se puede replicar de la misma forma, pues no caerás a la misma altura de quien las hizo, caerás más bajo.