Se por comentarios de los musicos que lo que les molesta no es que toquen el himno unos u otros, porque eso les da igual, pero que son los únicos ocañenses que año tras año se quedan sin poder ver la entrada de la Virgen en la plaza, porque están en ese momento entrando en la calle santa catalina, donde no se oye ni la sirena y se sienten desplazados y no considerados por nadie porque se quedan completamente solos, como al margen de la procesión. Yo estuve un año en ese lugar y en ese momento y comprendí su indignación, igual que cuando mientras tocaban en la plaza, las atracciones comenzaban a funcionar y ponían la música a todo volumen y tenían que dejar de tocar por ello. No creo que lo que piden sean privilegios ni lucirse más que nadie, para luego recibir adulaciones, pero si igualdad con los demás, ya no como músicos sino como hijos de Ocaña.