No soy un ferviente católico, es más, tengo grandes dudas de fe, pero entiendo que cada uno en su trabajo tiene una responsabilidad de gestionar y dirigir lo que le han encomendado. El matrimonio es un sacramento y como tal debe ser la parroquia quien lo capitalice y no me refiero al capital crematístico, si no al moral. Esto lo entienden todas las congregaciones, en Ocaña: Domincos, Clarisas, Dominicas y Carmelitas. No obstante puede haber circustancias que aconsejen celebrar algún sacramento en otros templos, pero lo lógico, insisto, es en la Parroquia.Willy Loman.