Lo del barro de la piscina y el constante paso de coches y motos por la plaza los fines de semana, cuando está llena de niños, es una realidad que está ahí, que todo el mundo puede ver, aunque algunos se obstinen en negar la evidencia.
(Alguien ha dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver).
Como madre que va a diario a la piscina, y somos muchas, seguimos viendo ladrillos y materiales en el patio del colegio. Los mismos que llevaron en el mes de abril. Nos preguntamos si cuando empiece el colegio en septiembre aun estarán así. Según está es un peligro para los niños pequeños.
Es posible que el alcalde considere que nuestros hijos, los niños que van al colegio (creo que son casi 300)no son de Gálvez y por tanto no merecen su preocupación y su atención. Quizá sea porque no quiere verlo, ni lo verá el próximo curso cuando lleve a su hijo a un colegio de Toledo.
(Alguien ha dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver).
Como madre que va a diario a la piscina, y somos muchas, seguimos viendo ladrillos y materiales en el patio del colegio. Los mismos que llevaron en el mes de abril. Nos preguntamos si cuando empiece el colegio en septiembre aun estarán así. Según está es un peligro para los niños pequeños.
Es posible que el alcalde considere que nuestros hijos, los niños que van al colegio (creo que son casi 300)no son de Gálvez y por tanto no merecen su preocupación y su atención. Quizá sea porque no quiere verlo, ni lo verá el próximo curso cuando lleve a su hijo a un colegio de Toledo.