PROGRES
La cultura progresista imperante en España responsable del consumo de drogas
La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha asegurado que el "incesante" aumento de la prevalencia en el consumo de drogas y el "cada vez más precoz" inicio en este mundo de jóvenes y adolescentes se debe a que la sociedad y la cultura españolas "promueven, o al menos no frenan" los
Comportamientos irresponsables en el uso de estas sustancias, legales e ilegales, subrayando "las ventajas de las drogas y su sintonía con los valores
Emergentes".
Desde la izquierda se ha promocionado sin ningún rubor el consumo de drogas
Por parte de la juventud española. Durante la transición, la imitación de los
Movimientos contestatarios de los 60 de Francia y EE.UU., hizo que el consumo
De drogas se considerase símbolo de la libertad y la democracia. Tras la muerte de Franco el fenómeno se acentuó,
Siendo ejemplo de esa asociación de ideas entre drogas, creatividad y libertad
La conocida frase de Tierno Galván, “el que no esté colocado, que se coloque... Y al loro”, pronunciada en 1984 en plena efervescencia de la movida madrileña.
Posteriormente el movimiento pro legalización de las drogas, vinculado a partidos y organizaciones izquierdistas, siempre ha estado activo transmitiendo a la sociedad la idea de que cualquier medida represora era negativa y que la legalización de las drogas blandas, o incluso duras, era positiva, bajo el supuesto de que con la legalización, se acabaría con el narcotráfico y el problema de la adicción sería controlable. Apenas un par de meses atrás, el consejero de Interior y Relaciones Institucionales de la Generalidad, ir Saura, defendía nuevamente con esos mismos argumentos la legalización de "todas las drogas", algo que siempre ha defendido el partido que lidera (ICV), no para estimular su consumo, sino para combatir el narcotráfico y las enfermedades que llevan asociadas”.
Tales argumentos son completamente falsos. La experiencia holandesa los
Desmiente. Desde la legalización de las drogas blandas hubo un incremento de 25 % en el número de adictos a la marihuana en tratamiento, comparado con un
Incremento de 3 % en los casos de abuso de alcohol. Y lo que es más grave, el uso de drogas en adolescentes holandeses aumentó un 200 %, en los últimos quince años, mientras que en Estados Unidos, en ese mismo periodo, la tasa se redujo en más del 50 %. El relativismo progresista ha privado a los jóvenes del principal inhibidor frente al
Consumo de drogas, que no es otro que un firme y decisivo código de valores, del que se han visto privados en su educación y en los mensajes de refuerzo que reciben desde la sociedad. Cuando el consumo de drogas se ha banalizado y ha asociado a comportamientos modernos, libertarios o culturalmente positivos, frente a aquellos que se consideran fruto de valores “carcas”, “represores” y “aburridos”, nadie se debe extrañar de que la juventud española esté a la cabeza de todos los países del mundo en consumo de drogas. Estas cosas nosuceden porque sí, tienen unos claros culpables.
La cultura progresista imperante en España responsable del consumo de drogas
La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha asegurado que el "incesante" aumento de la prevalencia en el consumo de drogas y el "cada vez más precoz" inicio en este mundo de jóvenes y adolescentes se debe a que la sociedad y la cultura españolas "promueven, o al menos no frenan" los
Comportamientos irresponsables en el uso de estas sustancias, legales e ilegales, subrayando "las ventajas de las drogas y su sintonía con los valores
Emergentes".
Desde la izquierda se ha promocionado sin ningún rubor el consumo de drogas
Por parte de la juventud española. Durante la transición, la imitación de los
Movimientos contestatarios de los 60 de Francia y EE.UU., hizo que el consumo
De drogas se considerase símbolo de la libertad y la democracia. Tras la muerte de Franco el fenómeno se acentuó,
Siendo ejemplo de esa asociación de ideas entre drogas, creatividad y libertad
La conocida frase de Tierno Galván, “el que no esté colocado, que se coloque... Y al loro”, pronunciada en 1984 en plena efervescencia de la movida madrileña.
Posteriormente el movimiento pro legalización de las drogas, vinculado a partidos y organizaciones izquierdistas, siempre ha estado activo transmitiendo a la sociedad la idea de que cualquier medida represora era negativa y que la legalización de las drogas blandas, o incluso duras, era positiva, bajo el supuesto de que con la legalización, se acabaría con el narcotráfico y el problema de la adicción sería controlable. Apenas un par de meses atrás, el consejero de Interior y Relaciones Institucionales de la Generalidad, ir Saura, defendía nuevamente con esos mismos argumentos la legalización de "todas las drogas", algo que siempre ha defendido el partido que lidera (ICV), no para estimular su consumo, sino para combatir el narcotráfico y las enfermedades que llevan asociadas”.
Tales argumentos son completamente falsos. La experiencia holandesa los
Desmiente. Desde la legalización de las drogas blandas hubo un incremento de 25 % en el número de adictos a la marihuana en tratamiento, comparado con un
Incremento de 3 % en los casos de abuso de alcohol. Y lo que es más grave, el uso de drogas en adolescentes holandeses aumentó un 200 %, en los últimos quince años, mientras que en Estados Unidos, en ese mismo periodo, la tasa se redujo en más del 50 %. El relativismo progresista ha privado a los jóvenes del principal inhibidor frente al
Consumo de drogas, que no es otro que un firme y decisivo código de valores, del que se han visto privados en su educación y en los mensajes de refuerzo que reciben desde la sociedad. Cuando el consumo de drogas se ha banalizado y ha asociado a comportamientos modernos, libertarios o culturalmente positivos, frente a aquellos que se consideran fruto de valores “carcas”, “represores” y “aburridos”, nadie se debe extrañar de que la juventud española esté a la cabeza de todos los países del mundo en consumo de drogas. Estas cosas nosuceden porque sí, tienen unos claros culpables.