Huele!, ¿a qué olía? Sniff! a las sin respuestas. Al olor de los muertos del Yack, huele a petróleo incrustado en la costa de Galicia, huele al “sinsabor” de los motivos de una guerra ilegal y sin sentido, huele a los muertos de esa guerra. Huele a la venganza de los terroristas islámicos en el 11M, huele a corrupción en Terramítica. Pero llegó el ventilador del PSOE y . . .
Ahora huele a un gobierno que escucha al pueblo, que corrige lo que no gusta a los españoles, que se enfrenta a los problemas sin el apoyo de los que utilizan su condición de oposición para hacer uso de esta palabra como tal, oponiéndose sin sentido a lo que se propone. Huele a primavera, huele a resultados, huele a soluciones. Ahora, huele bien. Mañana, olerá mejor.
Ahora huele a un gobierno que escucha al pueblo, que corrige lo que no gusta a los españoles, que se enfrenta a los problemas sin el apoyo de los que utilizan su condición de oposición para hacer uso de esta palabra como tal, oponiéndose sin sentido a lo que se propone. Huele a primavera, huele a resultados, huele a soluciones. Ahora, huele bien. Mañana, olerá mejor.