¡Qué fácil es derogar la opinión de una persona! Ya ves, con una frase es más que suficiente. Lo curioso es cuando llegas al final de tan quebrajosa oración y descubres la razón de semejante anulación: es de izquierdas el autor. Solo con eso, debemos dar por hecho que la persona no habla con veracidad. Como si así hubiese sido siempre. Pero, la realidad dice otra cosa y, el presente, lo ratifica. La actualidad no nos habla de izquierdas, ni de centros, ni de arriba o abajo. La actualidad nos habla del uso democrático de la constitución del partido que gobierna este país. De cómo podemos actualizar los estatutos autonómicos y adaptarlos a las necesidades del presente sin romper la unidad de España. De cómo negociar los diferentes intereses económicos, sociales, etc., de cada comunidad sin que sospechemos de fraudes políticos. Observamos como “socios” del gobierno no coinciden en todas sus opiniones y ceden en sus peticiones por el bien de los españoles.
Pero, ¡Ay, pero! Tenemos en la actualidad un lado del que si se habla. Hay una parte de la política de este país que llena los titulares de muchos periódicos y gran parte de los informativos de televisión. Un lado oscuro que no escuchó al pueblo, en el presente, cuando tuvo que escucharle. Y hablo del pasado más inmediato, que para mí sigue siendo presente. Hablo del lado de la Derecha que nos gobernó anteriormente. Aquellos que demostraron pasotismo con asuntos como el Chapapote, víctimas militares en accidentes de aviones. Hablan aquellos que no escucharon al pueblo cuando el pueblo les pidió: “NO a la Guerra”.
Y no sólo hablan, ahora reclaman al pueblo para que se ponga en contra del Gobierno. Ahora piden apoyo. ¿en base a qué? En base a mentiras, a falsedades demostradas diariamente en sus contradicciones. Los españoles hemos demostrado que nuestro país no lo rompe una comunidad autónoma. Esta España no la rompe un señor llamado ZP, como si de un superhéroe se tratase. Tampoco un tripartito. Esta España no se rompe ni con las mentiras de la derecha más radical y retrógrada. ¿sabéis por qué? Porque esta España está unida por los españoles y, los españoles, no nos dejaremos pisar por los mismos que hace muchos años no supieron aceptar la derrota democrática en las urnas. Una y no más. No amenacéis con nuevos Golpes de Estado. No mintáis con difamaciones de las que luego os contradecís. No intentéis desunirnos porque os quedaréis en el intento y todo porque estáis perdiendo toda la credibilidad, incluso, entre vosotros mismos. No pidáis apoyo a un pueblo que no escuchasteis.
Uniros a la paz del consenso y del diálogo: por la unidad de España y la de los españoles.
Pero, ¡Ay, pero! Tenemos en la actualidad un lado del que si se habla. Hay una parte de la política de este país que llena los titulares de muchos periódicos y gran parte de los informativos de televisión. Un lado oscuro que no escuchó al pueblo, en el presente, cuando tuvo que escucharle. Y hablo del pasado más inmediato, que para mí sigue siendo presente. Hablo del lado de la Derecha que nos gobernó anteriormente. Aquellos que demostraron pasotismo con asuntos como el Chapapote, víctimas militares en accidentes de aviones. Hablan aquellos que no escucharon al pueblo cuando el pueblo les pidió: “NO a la Guerra”.
Y no sólo hablan, ahora reclaman al pueblo para que se ponga en contra del Gobierno. Ahora piden apoyo. ¿en base a qué? En base a mentiras, a falsedades demostradas diariamente en sus contradicciones. Los españoles hemos demostrado que nuestro país no lo rompe una comunidad autónoma. Esta España no la rompe un señor llamado ZP, como si de un superhéroe se tratase. Tampoco un tripartito. Esta España no se rompe ni con las mentiras de la derecha más radical y retrógrada. ¿sabéis por qué? Porque esta España está unida por los españoles y, los españoles, no nos dejaremos pisar por los mismos que hace muchos años no supieron aceptar la derrota democrática en las urnas. Una y no más. No amenacéis con nuevos Golpes de Estado. No mintáis con difamaciones de las que luego os contradecís. No intentéis desunirnos porque os quedaréis en el intento y todo porque estáis perdiendo toda la credibilidad, incluso, entre vosotros mismos. No pidáis apoyo a un pueblo que no escuchasteis.
Uniros a la paz del consenso y del diálogo: por la unidad de España y la de los españoles.