El río pasa entre las huertas con suave rumor aunque no se ve desde la carretera. La torre de la iglesia parroquial otea amplios horizontes al viento y al sol curtida. Pide albor, transparencia y justicia del pueblo olvidadizo. Sueña todavía al aire la campana que cita a la plegaria del comingo. Y en invierno un frío silencio grita en los bajos decibelios que se infiltran por los huesos. Hay quien busca en la historia una respuesta y abre un libro entre amapolas. Ahora es tiempo de ser distintos ... (ver texto completo)