VILLEL DE MESA.
MI PUEBLO
¡QUE GRANDE ES TU PUEBLO ABUELITO!
Pueblo mío que he hecho, que tanto me acuerdo de tí.
Eres tú quien me recibes, cuando regreso al pueblo que me vió nacer. Como puedo yo olvidar, el cariño que sientes por mi. Sino fuera por la tierra que conicí me hubiera gustado estar entre tus entrañas. Cuando suspiro ¡mi pueblo! no lo expreso solo con palabras, sino con el corazón que lo siento.
Por tus calles y montañas y por la casa que me vió nacer. El Castillo, Iglesia y cementerios, siempre esperan la llegada de sus hijos y nietos.
¡Pueblo mío que te he hecho!. Al salir de la ciudad, vuelvo a tu encuentro.
Yo también necesito nuevos aires de aquellos sabinares, espliego, tomillo, y cereales. Contemplar a los pájaros entrar y salir de sus nidos. Las montañas cubiertas de chaparros y rastrojos, con los rebaños pastoreando.
Un nuevo año con la nueva Asociación. de los Amigos del Castillo, recobrando toda su historia y proyectando su futuro, también un organo
de la Iglesia nos espera, que lleva muchos dormido y guarda silencio.
Las banderas en el balcón del Ayuntamiento como centinelas nos esperan, muy pronto estaremos en la mayor plaza de la provincia que es la Capital del Mesa.
Todo cambia y todo llega. Un año tan largo y un vetano tan corto. Se unirá de nuevo la juventud con aquellos amores sin pausas.
Y cuando a mis nietos le escucho, no dejan de repitir,
¡QUE GRANDE ES TU PUEBLO ABUELITO!
MI PUEBLO
¡QUE GRANDE ES TU PUEBLO ABUELITO!
Pueblo mío que he hecho, que tanto me acuerdo de tí.
Eres tú quien me recibes, cuando regreso al pueblo que me vió nacer. Como puedo yo olvidar, el cariño que sientes por mi. Sino fuera por la tierra que conicí me hubiera gustado estar entre tus entrañas. Cuando suspiro ¡mi pueblo! no lo expreso solo con palabras, sino con el corazón que lo siento.
Por tus calles y montañas y por la casa que me vió nacer. El Castillo, Iglesia y cementerios, siempre esperan la llegada de sus hijos y nietos.
¡Pueblo mío que te he hecho!. Al salir de la ciudad, vuelvo a tu encuentro.
Yo también necesito nuevos aires de aquellos sabinares, espliego, tomillo, y cereales. Contemplar a los pájaros entrar y salir de sus nidos. Las montañas cubiertas de chaparros y rastrojos, con los rebaños pastoreando.
Un nuevo año con la nueva Asociación. de los Amigos del Castillo, recobrando toda su historia y proyectando su futuro, también un organo
de la Iglesia nos espera, que lleva muchos dormido y guarda silencio.
Las banderas en el balcón del Ayuntamiento como centinelas nos esperan, muy pronto estaremos en la mayor plaza de la provincia que es la Capital del Mesa.
Todo cambia y todo llega. Un año tan largo y un vetano tan corto. Se unirá de nuevo la juventud con aquellos amores sin pausas.
Y cuando a mis nietos le escucho, no dejan de repitir,
¡QUE GRANDE ES TU PUEBLO ABUELITO!