Dios mío, que recuerdos me trae esta curva. La infinidad de veces que la he bajado a toda pastilla en la
bicicleta y sin manos, desafiando a las curvas, los baches y los caminones que pasaban cargados de caolin. Por cierto, podíais poner una
foto de la
fuente nueva, allí he vivido yo muchos años.