MIS PALABRAS CALLADAS DE UN
PUEBLO DE LA ALCARRIA
Prosaicas, como ordenanzas municipales;
confusas, como la escritura del
médico;
vacías, como las miradas huecas de las calaveras;
falaces, como la fingida sonrisa del político;
inútiles, como
lluvia que cae sobre el océano.
Así son mis torpes palabras, huérfanas de poesía.
Pero, dentro de mí, hay palabras calladas, hermanas del silencio, del sollozo y la lágrima.
Palabras nunca dichas, apenas balbuceadas, que tienen como cómplices
... (ver texto completo)