MOLINA DE ARAGON: 3-MOLINA DE ARAGON (MULIN)-GUADALAJARA....

3-MOLINA DE ARAGON (MULIN)-GUADALAJARA.

Molina de Aragon, en árabe Mulin fue un importante Iqlim en la época musulmana durante los siglos IX y XI y posteriormente después de la conquista cristiana sería un Señorío independiente otorgado a D. Manrique de Lara.
Actualmente es un municipio perteneciente a la provincia de Guadalajara de la Comunidad Autónoma Castilla La Mancha siendo la capital y centro económico de la Comarca del Señorío de Molina-Alto Tajo.
No se conocen apenas datos de su existencia en la Edad Antigua y solamente las crónicas romanas de Diódoro, Polibio y Estrabón dicen que son los celtiberos los que aportan cierta identidad a la ciudad poblándola durante varios siglos.
Posteriormente sucede un período de desolación hasta la llegada de los musulmanes en 711 d. C y después los reinos taifas.
La primera vez que aparece en las crónicas árabes es en el siglo XI cuando el núcleo poblacional estaba bajo el mandato del rey moro Abelgalbón, tributario de Zaragoza (Saraqusta) y Valencia (Balansiya) y también amigo de D. Rodrigo Díaz de Vivar El Cid Campeador según se testimonia en las estrofas del Cantar del Mío Cid. Menéndez Pidal indica que durante la época califal estuvo poco poblada y que sus habitantes eran bereberes arabizados y que posteriormente tras la desintegración del Califato de Córdoba se fundaría un reino taifa, ya mencionado en el Cantar del Mío Cid.
La Taifa de Molina de Aragón (Mulin) podría haber sido un pequeño reino de taifa establecido en el entorno del municipio de Molina de Aragón por una dinastía bereber muy arabizada, procedente de la conquista de Hispania durante el siglo VIII.
No obstante las crónicas de la época la asocian vinculada con otras entidades mayores como la Taifa de Zaragoza (Saraqusta), la Taifa de Toledo (Tulaytula) o el reino de Castilla.
La independencia de la Taifa de Molina (Mulin) se basó en las crónicas cristianas y en la historiografía árabe.
Respecto a la primera, Rodrigo Ximénez de Rada en su “Historia arabum” menciona al rey moro de Molina. En relación con las fuentes árabes, el historiador Ibn al-Atir menciona al “Caíd Ibn Galbun” como defensor de Córdoba (Kurtuba) contra un ataque por parte de Alfonso VII rey de Castilla. Este Caíd Ibn Galbun se relaciona con el Abengalbon del “Cantar del Mío Cid” del que se dice que tiene a Molina y se le describe como amigo y colaborador en aventura bélica con el Cid Campeador y se le da el título de “alcaide”.
Sería el rey Alfonso I El Batallador quien arrebató Molina de Aragón del poder musulmán en 1128. El heredero de Alfonso I El Batallador su hermano Ramiro II El Monje opta por cederla a Castilla las tierras correspondientes al Señorío de Molina. La repoblación se hizo por parte del reino de Castilla pero su ubicación al oeste del sistema ibérico aunque posteriormente cayó en las manos del poder almorávide. Posteriormente en 1139 estas tierras fueron tomadas por D. Manrique de Lara y en la zona se construye un Señorío independiente a favor de este, quien otorgaría la villa en 1146.
Posteriormente el rey Enrique II de Trastamara donó a Molina a su lugarteniente Beltrán Du Guesclin aunque el pueblo de Molina no contento con esta decisión, se rebelo decidió ponerla bajo la soberanía de la Corona de Aragón cediéndola en 1366 al rey de Aragón Pedro IV El Ceremonioso cambiando de nombre como el de “Molina de los Caballeros”.
Retornaría finalmente a manos castellanas en 1375 al ser entregado como dote matrimonial a DªLeonor de Aragón en matrimonio con el infante D. Juan de Castilla.
El Real Señorío Molina es un señorío jurisdiccional medieval en España establecido en la Villa de Molina de Aragón, en la actual provincia de Guadalajara. Fue fundado como Señorío independiente entre los reinos de Castilla y Aragón por D. Manrique Pérez de Lara.
Desde el 1321 el título de Señor de Molina quedó ligado al rey de Castilla primero y al rey España después.
El Señorío de Molina al igual que otras comunidades de la villa y tierra de Extremadura castellana estaba vinculada en el entorno de la villa principal de Molina de Aragón y estaba rodeada de otras tierras que se dividían en sexmas que inicialmente eran cuatro: la del Campo, la de Pedregal, la del Sabinar y la de la Sierra. A su vez la sexma se dividían en unas veinte aldeas que correspondían a cada sexma y sus tierras y esta a su vez se subdividían cada una en cinco quiñones con el fin de repartir las tierras entre el pueblos.
La sexma del Campo era la más septentrional y la más extensa incluyendo los valles altos del Mesa y del Piedra y la parte nororiental de Molina. Abarcaba veintitrés pueblos desde Algar de Mesa hasta La Yunta y su entorno.
La sexma del Pedregal estaba situada al este de Molina en el entorno al camino que llevaba a Teruel y a Valencia. Abarcaban veinte pueblos desde Aldehuela hasta Torremochuela y su entorno.
La sexma del Sabinar estaba situada al este de Molina y comprendían todos los cursos del río Arandilla y del medio y bajo Gallo.
Abarcaba veintiséis pueblos desde Aragoncillo hasta Villar de Cobeta y su entorno.
La sexma de la Sierra era la más meridional y comprendía pueblos que están situados en la orilla oriental del Alto Tajo, frontera natural con el común de la villa y tierras de Cuenca y en la Sierra de Molina. Abarcaba dieciséis pueblos desde Adobes hasta Villanueva de las Tres Fuentes y su entorno.
Sería D. Manrique Pérez de Lara, Conde y Señor de Lara quien con la afluencia de los reyes de Castilla y Aragón hizo de mediador en la Concordia de Carrión en el año 1137 donde Castilla devolvía a Aragón las plazas de Calatayud y Daroca y donde consiguió que todas las tierras de Molina fuesen declaradas solariegas y que ambos soberanos le aceptasen como Señor de Molina y de Mesa, naciendo en 1138 el Señorío de Molina independiente de ambas coronas durante un período de más de un siglo y medio y recibiendo un fuero propio.
El 1293 murió Dª Blanca Alfonso Molina, hermana de la reina Dª María de Molina quien dispuso en su testamento, otorgado el 10 de mayo del 1293 que Señorío lo heredaba el rey Sancho IV, entendido que la transmisión del Señorío era para los reyes de Castilla Sancho y María.
Desde el 1295, tras la muerte de Sancho IV El Bravo DªMaría de Molina se convertiría hasta la mayoría de edad de su hijo Fernando IV en su tutora.
Después de la muerte de Fernando IV El Emplazado en 1312, Dª María de Molina volvió a desempeñar el cargo de tutora con su nieto Alfonso XI de Castilla quien alcanzó la mayoría en 1325, cuatro años después de la muerte de su abuela y sería este rey quien heredaría también el Señorío de Molina, que quedó vinculado a la Corona de Castilla.
Pedro I El Cruel heredo el Señorío de Molina tras la muerte de su padre Alfonso XI y durante su vida se involucró en una guerra contra Pedro IV El Ceremonioso, rey de Aragón conocida como la Guerra de los dos Pedros donde el Señorío de Molina está comprometido.
Tras la muerte de Pedro I, su hermanastro Enrique II de Trastamara, nuevo rey de Castilla entrega el Señorío de Molina al caballero francés, capitán de las Compañías Blancas Beltrán Du Guesclin por su agradecimiento en su colaboración.
La villa de Molina no acepta tal cesión y se rebela contra el rey y se lo otorgaron a Pedro IV El Ceremonioso, rey de Aragón reconociéndole como Señor de Molina.