El nuevo pilón no está mal pero es éso, nuevo. No conozco las razones del cambio y no se trata de anquilosarse en los recuerdos pero la historia está compuesta, entre otras cosas, de los elementos decorativos y en este caso y cuando se trata de pueblos pequeños, la plaza, la iglesia y la fuente son los elementos que perfilan su historia por los años que tienen y por ser el punto de encuentro de generaciones y generaciones, ¡claro que nos podremos reunir allí¡, pero nunca tendrá lo que en los vinos se denomina solera y si preguntamos a nuestros mayores seguro que ven más un elemento extraño, lógico. A mí, personalmente me recuerda a las construcciones de exin castillos, demasiado blanco, demasiado redondo, demasiado perfecto, en fin, que no me gusta. Más me hubiera gustado devolver a la iglesia sus rejas, arreglar las ermitas de la Soledad y de San Roque pero para e´llo se necesita voluntad, sensibilidad y buen gusto...demostrado que no lo han tenido. Por cierto, ¿de quién ha sido la idea del diseño?, se ha cubierto de gloria.
