¡¡Claro que soy de La Olmeda!! El eco de estas campanas me acompaña cuando cierro los ojos y abro el corazón de la memoria agradecida. ¡Cuántas veces las he tocado congregando a la Eucaristía en las frías mañanas escarchadas y heladadoras de Febrero o las frescas tardes otoñales de Octubre al Rosario!
No voy a decir aquello tan "manido" de "cualquier tiempo padado fue mejor", que diría el poeta Manrique, porque no sería cierto y además desagradecido, por tanto y cuanto que me sigue dando la Vida en otros lugares, con otras gentes, en otros paisajes, con otras "campanas" que siguen repicando a gloria en mi corazón.
A El la gloria que me dió la vida en este pueblo, ¡¡¡ bendito y querido de La Olmeda!!!
No voy a decir aquello tan "manido" de "cualquier tiempo padado fue mejor", que diría el poeta Manrique, porque no sería cierto y además desagradecido, por tanto y cuanto que me sigue dando la Vida en otros lugares, con otras gentes, en otros paisajes, con otras "campanas" que siguen repicando a gloria en mi corazón.
A El la gloria que me dió la vida en este pueblo, ¡¡¡ bendito y querido de La Olmeda!!!