¿Podemos construir casas en terrenos rústicos? ¿Lo permite el pueblo, el ayuntamiento? ¿Qué hay que hacer o a quien hay que convencer? En definitiva, ¿se puede hacer sin molestar a nadie? No son preguntas maliciosas ni retorcidas, son pura curiosidad ante la aparente demanda de compraventa de propiedades que ronda la comarca, no solo en vuestro pueblo.
