Diana nació en 1499, hija de un alto noble francés, siendo ya de muy joven admirada por su belleza y porte natural. Sin embargo, para desilusión de sus adversarios, su vida hasta los 40 años transcurrió en la más completa oscuridad, sin escándalos ni sucesos extraños. Se casó muy joven y se mantuvo fiel casi con total seguridad hasta la muerte de su anciano esposo.