Fue durantes la invasión napoleónica de la Península Ibérica cuando, ocurrió un hecho sorprendente. Como muchas crónicas históricas recogen, los ejércitos franceses asolaban sin compasión todas las poblaciones que encontraban a su paso, así parece ser que sucumbieron todos los pueblos de España, menos uno. Parece ser que Napoleón ordenó, en honor a Dulcinea, la mujer amada por don Quijote en la inmortal obra de Miguel de Cervantes, que El Toboso fuera respetado.