ALBARES (Guadalajara)

Trabajo de bolillos
Foto enviada por Jose

Posteriormente, en el siglo XVIII, el gran poeta francés André de Chenier puso de moda la expresión brillar por su ausencia que todo el mundo usa hoy, a veces con mala intención, para resaltar la falta de algo o alguien en determinada circunstancia.
Entre los romanos, existía la costumbre de exhibir en los actos fúnebres los retratos de todos los antepasados y deudos del difunto.
BRILLAR POR SU AUSENCIA

(To be conspicous by his absence)
Pasado el invierno las parejas de bigotudos se preparan para la nidificación. El macho levanta las plumas de la coronilla, esponja sus bigotes y abre la cola; la hembra, extendiendo también la cola, responde con una especie de danza y a veces la pareja se eleva al tiempo en un lento vuelo.
buen dia, triteza con los mineros, no lo acaban de arreglar, ¡que pena tengo! pobrecitos,
un jueves divino, para todos, con un abrazo.
Alimentación: Casi enteramente insectos y sus larvas, semillas de carrizo en invierno; a veces, moluscos de agua dulce y otros pequeños animales.

Hábitat: Marismas y zonas palustres.
Nidificación: Ambos sexos construyen un nido, de hojas de juncos o carrizos, encima del agua, en lecho de carrizos; nido revestido con flores de junco por el macho; puesta, abril-julio, de 5 a 7 huevos blanco cremoso, manchados y finamente rayados de pardo; incubación, de unos 13 días, por ambos sexos; la pollada, cebada por los padres, vuelan después de 9 ó 12 días; dos crías o más.
Identificación: Dorso leonado, cola larga; la "barba" del macho es más bien un "mostacho" corrido; la hembra no tiene negro en la cabeza ni en las cobertoras de la cola.
Cuando se ha concluido la reproducción, los jóvenes se separan muy pronto de sus progenitores reuniéndose en pequeños bandos hasta que, en el invierno, el frío les induce a agruparse en mayor cantidad, a veces hasta varias docenas, y vagabundean por la zona.
Pasado el invierno las parejas de bigotudos se preparan para la nidificación. El macho levanta las plumas de la coronilla, esponja sus bigotes y abre la cola; la hembra, extendiendo también la cola, responde con una especie de danza y a veces la pareja se eleva al tiempo en un lento vuelo.
Aun amparándose unos a otros, los bigotudos, así llamados por las características marcas del macho, sufren fuertes pérdidas que amenazan su supervivencia cuando los inviernos son excesivamente crudos.
El macho, de sobria librea y oscuros «bigotes», cobija bajo el ala a su hembra, de plumaje más apagado, formando ambos una pelota de plumas.
EL BIGOTUDO:

En los fríos días invernales, cuando en el inmenso carrizal brilla la escarcha, unos pequeños pájaros de cola larga se apelotonan en las cañas tratando de conservar el calor vital.
Alimentación: Pequeños mamíferos, aves y ranas; algunos insectos, lombrices de tierra.

Hábitat: Cultivos.
Nidificación: La hembra construye nido de hierbajos, carrizos o hierba en el suelo de terrenos abiertos, tojares, dunas, arenales, marismas y en tierras de labor; puesta, mayo-junio, usualmente 4 ó 5 huevos blancos o azul pálido; incubación, alrededor de 30 días, sólo por la hembra; durante la incubación el macho se ocupa de la caza; los pollos, alimentados por ambos padres, vuelan tras unas 5 semanas.
Identificación: El macho tiene partes superiores grises, y se distingue del Aguilucho Pálido macho por estrechas franjas alares negras y obispillo gris, no blanco; hembra más delgada que la del Aguilucho Pálido, con menos blanco en el obispillo.


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