Elizabeth Preval pasa por el peor momento en la
historia de su país,
Haití. La primera dama de la isla caribeña ha demostrado desde la catástrofe del pasado mes de enero ser una mujer con una fortaleza y un carisma dignos del puesto que ocupa. Desde el devastador terremoto que sufrió el
pueblo haitiano, Preval ha trabajado sin descanso junto a su marido para coordinar la ayuda internacional y reconstruir el país, algo en lo que tiene depositada toda su fe.