Es una suerte poder acudir con frecuencia a este
pueblo y disfrutar de la gente que allí vive. Cada año se admira uno al contemplar cómo se esfuerzan sus gentes por engalanar la
Iglesia para las
fiestas. Es una gozada. Este año han las fiestas han estado muy concurridas, muchos villarrubieros y forasteros han acudido a disfrutar de los actos programados. La
Virgen del Villar, como siempre, adornada con multitud de
flores y rodeada de los corazones de sus devotos.
¡Vitor la Viren del Villar!