OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

VILLAREJO DE FUENTES: LA PAELLA VALENCIANA...

LA PAELLA VALENCIANA
(Por supuesto)

Hoy me ha dado por escribir sobre este tema, advirtiendo que no es en modo alguno uno de mis muy humildes cuentos o historietas, tampoco es un compendio histórico, ni un recetario original, ni mucho menos un ensayo seudo-literario-filosófico es tan solo mi opinión personal, formada por años practicando mi afición dominical de cocinar paellas, como distracción dominguera y choteo con amigos invitados.

Pero antes de continuar lo que parece va a ser un rollo, permitirme que os ruegue me disculpéis si en un ataque de vano personalismo estoy manifestándome en primera persona, espero no volver a hacerlo.

Hablaré, mejor dicho escribiré, esperando hacerlo soportablemente legible, sobre el popular guiso español de más proyección internacional, esto último para un no valenciano suena un poco a chovinismo y posiblemente lo sea, pero la verdad es que que a nuestros ilustres, y muchas veces ilusos turistas, se les llena la boca de gula pensando en una angelical paella a las siete de la tarde, y digo esta hora, por ser la habitual de mis caminatas por calles y avenidas urbanas en pos de ese ejercicio diario tan machaconamente recetado por médicos y similares, buscando salubridad, es la hora coincidente con la de las cenas de nuestros amigos europeos, sean del norte o del este.

Precisamente a la hora que decía, poco mas o menos, es cuando en las puertas de los que mejor estaría llamarlos “chiringuitos” que restaurantes, de las Ramblas de Barcelona, sus “empleados atrapa turistas” enseñan a todo ser vivo que transita por delante del local, de forma insistente, unos grasientos catálogos con fotos de las posibles paellas que pueden degustar, a precios razonables para los europeos del norte, que ya sabéis son económicamente mas poderosos y por ende menos menesterosos que los ciudadanos locales.

Cuando nuestros benefactores visitantes se sientan para su cena, en las para unos “spanish tipycal terrace” y para otros “spanisch typische terrasse”, tambien hay muchos, con ojos rasgados, que el lugar lo conocen como “Xibânyá dianxing delùtái”, y aquellos que geográficamente solo nos separan los Pirineos “Espagnol terrasse typique”, en fin que nuestros caritativos visitantes empeñados en ayudar a que nuestro tambaleante P. I. B. se mantenga y si es posible avance algo, es imposible no ver lo que para su deglución les depositan sobre el blanco mármol de los viejos veladores, ante tal visión, mi conciencia se divide en gritar a los incautos el posible daño que van sufrir, en unos puede que solo sea digestivo, en casi todos una fortísima “depresión del turista engañado”. También, en un prurito de honestidad patria, siento ganas de poder divulgar en los países de donde procede el victimario turístico, el apaño de la paella en sitios “típicos”, lugares que abarca tanto a los cochambrosos y enarenados barracones playeros, como a la invasión de terrazas, cuyo origen no es la de integrar al visitante en el espectáculo de las bellezas urbanas bajo el cielo azul patrio, si no exclusivamente el de poder ofrecer mesa en hostal con derecho a fumar, ocupando las aceras y lugares de transito peatonal, y valga esto ultimo tanto para los barrios residenciales como los de bureo, ambos enclaves, son visitados, unas veces por propia elección incitada por algún