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VILLAREJO DE FUENTES: ¡Hola Papageno!...

¡Hola Papageno!

Para que veas que aquí no hay magia, ni trampa, ni cartón. Te presento a las cocineras de las gachas Modesta y Dori, en plena elaboración. Como ves los peroles de gachas tienen su lumbre y sus guisanderas. Desde aquí les doy las gracias porque le salieron riquísimas.

Tú si bienes te saltas el primer paso y vienes directamente aquí, entre los peroles y las parrillas a disfrutar y desgastar estos guisos en buena compañia.

Abrazxossssssssssss

Saludos: Dulcinea.

Un Abrazo Dulcinea.
Ya veo, que había dos buenas cocineras, Seguro que saben muy bien cocinar los platos manchegos, ¿Qué pasa con la presunta toxicidad de la harina de titos? que comentabais meses atrás, seguramente un bulo como tantas otras cosas y si hay que morir de algo que sea de un buen empacho de gachas mejor que de un macetazo que te caiga de un balcón ja, ja ¿no te parece?
Un saludazo.

¡Hola Papageno!

Sí que deben de ser buenas cocineras porque las gachas les salieron buenisimasssssssssssssss. ¡Para chuparse los dedos!

Eso de la toxicidad de la harina de titos no es un bulo. Aunque yo hasta unos días antes de decirlo Eduardo en la página no lo sabia. Me entere por la tele, salió un reportaje de un pueblo manchego y lo comentaron. Que tenían prohibida su venta fuera de nuestra comunidad. Solo podía comercializarse la harina de titos en nuestra región. Después se lo comente a mi madre y ella tampoco lo había escuchado en su vida y mira que había comido gachas. Según me cuenta ella, antiguamente era habitual comer gachas en todas las casas a diario, no se escapaban si no caían al medio día caían a la noche. Y no iban tan bien acompañadas como ahora, eran plato único y se hacían con un poco aceite quien tenia y si no se hacían con un poco de pringue para dorar la harina y el pimentón, como mucho le echaban una patatatilla frita dentro por no dejarlas tan ramplonas. Mi madre dice que no se cree eso del latirismo porque ni a ella ni a nadie del pueblo nunca les paso nada y comieron muchísimas gachas cuando no tenían otra cosa que llevarse a la boca y llenar el estomago.

Desde luego que es mucho mejor morirse arto de comer algo que te gusta a que lo hagas de un macetazo en la cabeza ja, ja, jaaa donde va a parar.

Abrazosssssssssssss

Saludos: Dulcinea.