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COSAS DEL EDUARDO
Estos días ya estoy viendo como en las calles mas comerciales y en los almacenes mas importantes, nutridos grupos de operarios se afanan en instalar luminarias multicolores, de gusto y diseño que por lo reiterativo no deja de ser de dudoso gusto, todo ello es el anuncio de la próxima Navidad.
También observo, con dolor, como este año el numero de menesterosos que imploran una limosna a las puertas de los centros del consumo desaforado crece y crece.

Todo lo anterior me trae el siguiente

CUENTOS DE NAVIDAD – O- EL CUENTO DE LA NAVIDAD

Desde mi tierna infancia, llegadas estas fechas, siempre he visto, leído y oído, un sinnúmero de “Cuentos de Navidad”, y pongo por ejemplo la anual reiteración en la televisión de la inefable película de Frank Capra “QUE BELLO ES VIVIR”, que irremediablemente una u otra cadena la emiten todos los años, incluso puede que sea en alguna de esas emisoras de pueblo tan cachondas que solo ponen echadoras de cartas y cine “X”, pondría otros ejemplos, pero como la cosa tiene que estar moderada para no saturar de aburrimiento de quien esto se atreva a leer, lo dejo así y paso página.

Curiosamente, en todos los “Cuentos de Navidad” los personajes son seres agrios, desgraciadísimos, hipocondríacos, avaros, malvados, o insociables, que principalmente por el paisaje nevado. (En Navidad siempre está nevado, y además los del hemisferio Sur no cuentan), acaban convirtiéndose en personajes de una bondad celestial al son de campanillas y rancios villancicos.

Más en un alarde de petulancia y aproximando mi hacer al de los personajes insociables de los tradicionales “Cuentos de Navidad”, me atrevo a escribir cuatro tonterías sobre “EL CUENTO DE LA NAVIDAD”, y ojo por que ortografía y fonética son muy parecidas pero observar atentamente como hay una ligera diferencia semántica.

Pues resulta que la tal Navidad no se celebró en el mundo cristiano hasta el siglo IV y el día de celebración debía caer entre el 17 al 23 de diciembre, esta fecha está estimada transpolando el calendario Juliano al actual calendario Gregoriano, que implantó el papa de igual nombre en 1.582, y fue aceptado en los años inmediatos siguientes solo por los países católicos, no así por protestantes y ortodoxos, que lo adoptaron posteriormente, algunas culturas, sectas y religiones no lo hicieron hasta bien entrado el siglo XIX

Aquella festividad la denominaba la Iglesia de entonces TEOFANÍA, y celebraba, todo a la vez, el nacimiento de Jesús, su circuncisión (No olvidar que era judío) y la Adoración de los Magos. Realmente jamás se ha sabido con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús (Dígase día, mes o año) y ningún teólogo desmentirá lo que acabo de citar, a mayor confirmación de mi rotundidad aseverativa, me remito al hecho de que la Natividad tiene diferentes fechas entre los cristianos, así por ejemplo la Iglesia Ortodoxa, tan próxima en sus ritos y dogmas a la católica, la celebra el día que en nuestro calendario es el 6 de enero.

PERO........ la verdad, esa oculta verdad que permanece escondidilla en las entrañas de la historia, dice que al cristianizarse Roma, en tiempos del Emperador Constantino, y para no indisponerse con las tradiciones romanas clásicas, lo que hicieron los cristianos de entonces fue asumir como propias las festividades de la mitología romana, dándoles nuevos nombres, en este caso está la que aproximadamente sobre el 25 diciembre del actual calendario, se celebraba en el Imperio con el nombre de NATALIS INVICTI (Nacimiento del Sol), también llamada “Saturnales o Saturnalia” en honor del Dios Saturno (Dios del Tiempo), en ella, los nobles y patricios romanos se cruzaban profusión de regalos, y estaba legislado de que a cada uno de sus esclavos se le tenia que proveer diariamente de una cantidad de vino que en medidas actuales equivaldría a 3 litros y medio. Estas fiestas eran muy licenciosas, ya sabemos que corría el vino y hay historiadores que se extienden sobre la promiscuidad y practica desaforada de sexo, ya que la sociedad romana gozaba de una liberalidad en donde tanto daba fuera heterosexual, bisexual, homosexual, en gozoso revoltijo de los amos y amas, con sus esclavos y esclavas. Posiblemente esta fiesta con el transcurrir del tiempo devino en los actuales carnavales.

Es curioso, al menos para mí, ese bellísimo lema navideño “PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD”, que no tengo ni la más remota idea quien inventó y popularizó tan seráfico “eslogan”, que sin duda alguna ha sido la mejor producción publicitaria de la historia, aunque como ocurre con la propaganda, lo publicitado no siempre coincide con la realidad, y si a los soldados el valor solo se le supone, en el resto de los humanos, la buena voluntad es la virtud menos ostentosa. (Salvo excepciones y yo me sé algunas)

Pues en verdad, ¿Podéis decirme de algún déspota que haya dejado de ejercer su poder por ser Navidad?, o ¿De un Presidente de Banco que renunciara a cobrar intereses por esas fechas?

A lo más que puede ocurrir, como ya contó el genial Berlanga, cuando rodó Placido, y su lema “Siente en Nochebuena un pobre en su mesa”. (Solo una noche, una solo, para adormecer conciencias y exhibir buena posición burguesa) - (Esta película se rodó en Manresa y a los catalanes este detalle les jode un rato)

¿Y que decir de los Reyes Magos?, pues yo en mis delirios me planteo la siguiente cuestión.: MAGO, sinónimo, BRUJO. Entonces igualmente se puede decir los REYES BRUJOS, que como eran varones, pues santos, a los belenes y los altares. ¿Y si hubieran sido las REINAS MAGAS?, pues como eran mujeres reinas BRUJAS, a la jodida hoguera para regocijo y refocilo de la Santa Inquisición, que durante cinco siglos fue el invento español mas conocido del universo.

Volviendo al comienzo y dejando de divagar tantas memeces, la verdad es que he averiguado poco sobre lo que ocurrió durante los siglos posteriores a la instauración de la Navidad y hasta nuestros días, dejo pues ese tramo de la historia para el rollo del año que viene.

En la actualidad, a mí me parece que la Navidad es un invento restaurado, y exquisitamente explotado por la COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE EL CORTE INGLES, santa patrona del consumismo desbocado, quien ya a comienzos de Noviembre de cada año, empieza a inquietar tanto a sus incondicionales fieles como a sus escépticos simpatizantes con derroche de vatios en profusa horterada de luces multicolores, con machacona publicidad científicamente programada, incitando a la compra de cuantas cosas más inútiles mejor, pregonando con desvergüenza que la felicidad la da el comprar y consumir, y nada dice de evitar despilfarro, sostener el equilibrio ecológico, solidaridad, etc. etc., y así ocurre, como ya lo he dicho en otros años, que en esas fechas, para muchos, el bolsillo mengua y al unísono las deudas crecen, colesterol, glucosa, hipertensión, cirrosis, entre otros males se disparan y se llevan a más de uno al hoyo, y para otros de mejor o diferente suerte, el abuso solo queda en deliriums tremens pasajeros, con ansiedades y frustraciones perdurables.

Pero sobre todo, a muchos, a mí especialmente en mis achaques, me duele el ver como esta fiesta ¿religiosa?, es en muchos de sus ritos y manifestaciones una cruel exhibición de las clases económicamente vigorosas, haciendo burla a las menesterosas.

Decidme con el corazón en la mano si ante las luces y escaparates navideños pueden pensar lo mismo del mensaje de Jesús los que aún hoy, invocando constantemente su nombre, pero olvidando sus palabras, se enriquecen con la sangre y el dolor de muchos, que aquellos otros, de número incontable, que sobreviven bajo el umbral de la pobreza.

¿Entonces?, preguntará alguno, ¿No crees en el espíritu navideño?

Y yo contestaré.: Creer con fe de dogma, no, no creo en absoluto, hoy la Navidad es única y exclusivamente un mercadeo. P E R O, añadiré, que al igual que hay fechas y fiestas para recordarnos acontecimientos pasados, por ejemplo.: El uno de Mayo, El Día de la Mujer Trabajadora, El Día del Sida, El Día del Padre, El Día de la Constitución, El Día que la espichó Franco (Coño ahora me acuerdo que día de tan buen augurio no se celebra), pueden ser tan magnifica fechas como otras cualquiera para justificar la reunión de la familia, de los amigos, compartir y desearse con sinceridad que el futuro sea benevolente y venturoso, hacer propósitos de enmienda de los errores y tratar de encontrar ánimos para mejorar como seres humanos en el siguiente periodo anual (Yo por ejemplo el 28-12-2005 Día de los Santos Inocentes dejé de fumar, y no se me olvida), no es malo explayarse moderadamente con las bebidas espirituosas y catar comidas sabrosas, y mejor si es a la vera de una lumbre invernal, si creo en la Navidad como una fecha, como pudiera ser otra cualquiera, para reorganizar la armonía entre quienes nos conocemos, nos tratamos, nos sentimos afecto mutuo, y nos duelen y nos alegran nuestras cosas intimas.

Por que en realidad, Jesús, que a nosotros se nos ha presentado como Hijo de Dios, para sus paisanos, los judíos finalmente solo fue un Profeta, e igual rango le otorgó posteriormente Mahoma.

(Otra pedantería mía.: Cristhma es un anglicismo que en castellano tiene su equivalente en “pascuera” más no buscar esta palabreja en los diccionarios convencionales, creo que no está, posiblemente finalmente tampoco les convenció a los señores académicos, aunque dilucidaron algún tiempo si era la correcta para definir las tarjetas y escritos de felicitación navideña)

--ooOOoo--
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Eduardo, que tal?

Me da pavor dirigirme á ti para decir que no estoy muy de acuerdo contigo, el relato crítica que haces de la Navidad lo haces como algo pagano sin ningún sentimiento religioso. Está claro que la realidad social ha cambiado mucho y lo comercial esta de moda, no hoy en día que estamos pasando duros momento y sprietos económicos.

Decirte quel signficado de la Navidad es más que algo comercial, como bien dices es reunirte con familiares y amigos que no ves o no lo haces habitualmente, ... (ver texto completo)