CHISTE:
un inglés, francés y un español es el restaurante:
El inglés se fija en un notas que estaba papeando en la mesa de al lado y les dice a los otros:"Eh, nen, ¿no es ese Jesucristo?
"Osti tu, pues si que se parece", dice el español.
Se levanta el inglés, se acerca cojeando al recién llegado y le dice: "Oye, nen, tu eres Jesucristo, ¿no?
"Sí, pero no levantes la voz, tu, que si se enteran se acerca todo Dios a pedirme milagros y no me dejan comer en paz"
"Y oye, nen, esteeee... ¿que no me podrías arreglar esta pata de palo que tengo?"
Va Jesús, le toca el madero y ¡plaf!, le deja la pierna niquelá, tío, como la de Messi.
El francés que lo ve, se acerca a Jesús y le dice:
"Osti tú, yo tengo este ojo de cristal y veo menos que un gato de escayola... ¿que me lo podrías curar, silvuplé?
Va Jesús, le toca el ojo y ¡zas!, le deja el ojo dabuten, como pa leer la guía telefónica a 5 metros de distancia, tío.
Se sienta el francés y todo el mundo sigue comiendo y flipando. Va Jesucristo y piensa: "joder, ahora vendrá el otro y me pedirá otro milagro..."
Pero pasa el tiempo y allí no se mueve nadie, tío.
Llega el segundo plato, el postre... y nada. No se mueve ni Dios.
Después del café, Jesús, alucinando porque el tercero no le había pedido nada, se toma el café, se levanta y se acerca al grupo pa preguntarle al español si no quiere algún milagro.
Va a ponerle la mano en la espalda al español y éste pega un salto hacia atrás:
"A MÍ NI TOCARME, NEN, QUE ESTOY DE BAJA, TÍO".
un inglés, francés y un español es el restaurante:
El inglés se fija en un notas que estaba papeando en la mesa de al lado y les dice a los otros:"Eh, nen, ¿no es ese Jesucristo?
"Osti tu, pues si que se parece", dice el español.
Se levanta el inglés, se acerca cojeando al recién llegado y le dice: "Oye, nen, tu eres Jesucristo, ¿no?
"Sí, pero no levantes la voz, tu, que si se enteran se acerca todo Dios a pedirme milagros y no me dejan comer en paz"
"Y oye, nen, esteeee... ¿que no me podrías arreglar esta pata de palo que tengo?"
Va Jesús, le toca el madero y ¡plaf!, le deja la pierna niquelá, tío, como la de Messi.
El francés que lo ve, se acerca a Jesús y le dice:
"Osti tú, yo tengo este ojo de cristal y veo menos que un gato de escayola... ¿que me lo podrías curar, silvuplé?
Va Jesús, le toca el ojo y ¡zas!, le deja el ojo dabuten, como pa leer la guía telefónica a 5 metros de distancia, tío.
Se sienta el francés y todo el mundo sigue comiendo y flipando. Va Jesucristo y piensa: "joder, ahora vendrá el otro y me pedirá otro milagro..."
Pero pasa el tiempo y allí no se mueve nadie, tío.
Llega el segundo plato, el postre... y nada. No se mueve ni Dios.
Después del café, Jesús, alucinando porque el tercero no le había pedido nada, se toma el café, se levanta y se acerca al grupo pa preguntarle al español si no quiere algún milagro.
Va a ponerle la mano en la espalda al español y éste pega un salto hacia atrás:
"A MÍ NI TOCARME, NEN, QUE ESTOY DE BAJA, TÍO".