.... y sin dejarle pelo en las barbas le molieron a coces y le dejaron en el suelo tendido sin aliento ni sentido; y, sin detenerse un punto, tornó a subir el fraile todo temeroso y acobardado y sin color en el rostro; y cuando se vio a caballo, picó tras su compañero, que un buen espacio de allí le estaba aguardando, y esperando en que paraba aquel sobresalto, y sin querer aguardar el fin de aquel comenzado suceso, siguieron su camino, haciendose más cruces que si llevaran el diablo a la espalda.
Don Quijote estaba, como se ha dicho, hablándole a la señora del coche, diciedole:….
Don Quijote estaba, como se ha dicho, hablándole a la señora del coche, diciedole:….
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