Leyendo la página de los accidentes "anecdóticos" del Pilar, me viene a la memoria uno de los más memorables, pero que por edad algunos ni se acuerdan.
Vivía Emiliano (el chico de Sabiniano) donde ahora vive Agustín con su vaquería, cogió la bicicleta sin frenos y bajó la calle ancha a todo trapo. Se estampó contra el rodete y cayó abajo.pero no dió en la piedra. La Chon de Potajes que estaba sacando de lejía recibió el trastazo en sus riñones. Perdonándole la vida a Emiliano que se acordará toda su vida y mi madre dándole gracias al Cristo del Pozo porque no la mató. Siempre fue recordado en mi casa con risas pero mi madre siempre quejándose de la costalá.
La Sole de Potajes (que cada día estrena un traje, según los mozos de aquellos tiempos, claro).
Vivía Emiliano (el chico de Sabiniano) donde ahora vive Agustín con su vaquería, cogió la bicicleta sin frenos y bajó la calle ancha a todo trapo. Se estampó contra el rodete y cayó abajo.pero no dió en la piedra. La Chon de Potajes que estaba sacando de lejía recibió el trastazo en sus riñones. Perdonándole la vida a Emiliano que se acordará toda su vida y mi madre dándole gracias al Cristo del Pozo porque no la mató. Siempre fue recordado en mi casa con risas pero mi madre siempre quejándose de la costalá.
La Sole de Potajes (que cada día estrena un traje, según los mozos de aquellos tiempos, claro).
