Soy natural de
Priego. Me gusta con locura ir, pero las circunstancias de la vida cambian y ya no es posible ir tanto. Pero las 2 o 3 veces que voy al año y subo al
convento a visitar al Santisimo
Cristo de la Caridad, me da vida e ilusión para seguir. Muchas gracias Priego. Eva.