No puedo remontarme muy lejos en la
historia de
Priego, ya que además de no ser natural de esta bella tierra, no he leido su historia lejana.
Pero recuerdo con simpatía las vivencias de los años 69, 70, 71, 72. Para un andaluz sevillano, como yo, ver aquellos
paisajes nevados, era una fantasía. La gente era maravillosa y las chicas, sencillamente preciosas. Puedo recordar algunos nombres sueltos, pero no se si a ellas les agradaría verse aquí, aunque solo cosas buenas puedo hablar de las mujeres
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