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LOS HINOJOSOS: 06/07/2007 El declive de Mariano Rajoy Ha preferido...

06/07/2007

El declive de Mariano Rajoy

Ha preferido que “halcones” y “feligreses” terminen de encajarle la mortaja política

Si Rajoy hubiese sido el líder del Partido Conservador Británico, tras pedirle al Gobierno las supuestas actas de sus reuniones con ETA para probar la “inocencia” del presidente del Ejecutivo, su propio partido le habría obligado a dimitir. Es absolutamente inconcebible la actuación del líder de la oposición mayoritaria en el Congreso durante este último debate sobre el Estado de la Nación. Inconcebible en cualquier país de la Unión Europea menos en el nuestro. ¿Qué habremos hecho los españoles para padecer esta derecha desnortada, alicorta, roma, alejada de los grandes partidos conservadores de Europa, distanciada de Sarkozy, Merkel o Cameron para hacer piña con los gemelos polacos y la “carabina de Ambrosio”?

Nuestro país merece una oposición democrática a la altura de sus propios votantes y de las necesidades de representación de una opción importante para muchos de nuestros conciudadanos. Al reducir la crítica a Zapatero en la descalificación de casino acusándole de vendepatrias, asaltatumbas o mentiroso, quien queda desprestigiado es el líder de la oposición.

Aguirre Gallardón o Rato
Rajoy ha alcanzado en este debate su nivel más bajo, del cual, difícilmente pueda recuperarse. Ya se encargarán de ello sus propios acompañantes de partido: Aguirre, Gallardón, etc…, sin contar con la simbólica, todo lo que él quiera, presencia de Rato que, con independencia de sus opciones personales, seguirá siendo, y hoy más que ayer, un referente inmediato para la derecha democrática de nuestro país.

Decisión personal
Mariano Rajoy nunca debió pasar el Mississipi. Me refiero a que su política –por decisión personal- de oposición acérrima a Zapatero le ha salido mal. Claro. No era lo que cabía esperar de un líder de la oposición que ha sido varias veces ministro de España y vicepresidente del Gobierno.

Su mayor error
Cabría haber esperado de Rajoy moderación, buena educación y mejor talante parlamentario. Y algo más importante que todo ello: propuestas para los españoles en este último debate sobre política general de la legislatura, propuestas de futuro, propuestas de ilusión, propuestas de progreso y propuestas de integración nacional. Nada de ello hubo. Mientras Zapatero hablaba de España, Rajoy lo hacía de ETA. Grave y colosal error que lo perseguirá mientras continúe al frente del Partido Popular.

No hay quien lo remedie
Y este mal del PP, de la actual dirección del PP quiero decir, no lo remedia nadie en la hora presente. No es posible. Ahora ya no se puede enmendar lo que nunca debió comenzarse. La conspiración en torno al 11- M, el España se rompe, el ETA marca la agenda al Gobierno y le escribe a Zapatero parte de sus discursos, etc… No era esto, Sr. Rajoy, no era esto lo que esperan de usted los españoles, y lo peor, y yo lo siento mucho, es que usted lo sabe.

Apuesta por los halcones
Ha dejado hacer a sus enemigos políticos internos, no ha querido escuchar ni aprovechar a los elementos centristas y moderados de su propio partido, incluidos los que están más cerca de usted y ha preferido que halcones y feligreses terminen, poco a poco, de encajarle la mortaja política.

¿Una oposición moderada?
Pero no es sólo su responsabilidad. También hay que contar a todos aquellos aguerridos columnistas y medios de comunicación que le tocaban el tambor de guerra todos los días, mientras le insultaban llamándole, y lo vuelvo a sentir profundamente, “maricomplejines”. Debería usted haber actuado frente a todo eso como un auténtico líder de la oposición, tomando su lugar, el suyo, el que dijo que le pertenecía al inicio de esta legislatura: una oposición educada, moderada, con proyectos, constructiva. Qué otro hubiera sido el decurso del Partido Popular, el suyo propio, el del país en definitiva e, incluso, el del propio Gobierno español, que hubiese visto en la oposición mucho más su homóloga, aunque adversaria, que su solapada víctima enemistada por otros o por sí misma.

Credibilidad bajo mínimos
Ahora ya no tiene usted discurso. Ni usted ni su dirección política. Aunque haga una convención. Su credibilidad está bajo mínimos porque no ha respetado - ni su partido o al menos parte de su actual Grupo Parlamentario- las líneas maestras que separan la oposición al Gobierno del desgaste del Estado. Que es lo común a todos, señor Rajoy: Gobierno y oposición mayoritaria al Gobierno. Y lo grave, repito, es que usted todo eso lo sabe de corrido.

Desleal al Estado
España no merece el discurso que pronunció el otro día en el Congreso de los Diputados. No lo merecen ni sus votantes, ni sus simpatizantes, ni sus adversarios, ni ningún español. Puede desconfiar personalmente lo que quiera del presidente del Gobierno, pero el líder de la oposición tiene la obligación política, y moral, de ser leal, siempre y en toda ocasión, no con el señor Zapatero, sino con el Estado. Y usted no lo ha sido.

Sin solución
En este momento de nuestra vida pública esto no hay convención que lo disimule, ni congreso que lo resuelva. Pero es su responsabilidad, la suya en particular como presidente del principal partido de la oposición española. Y no le quepa duda que, sus propios votantes, se la demandarán.

Joaquín Calomarde, diputado al Congreso por Valencia, adscrito al Grupo Mixto.