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LOS HINOJOSOS: 08/07/2007 Tras cada chapuzón, el himno nacional...

08/07/2007

Tras cada chapuzón, el himno nacional

El acoso a la piscina, “el precio a pagar porque El Mundo defienda la España constitucional”, dice Ramírez

Desde elplural.com hemos advertido a nuestros lectores que el contencioso relativo a “la piscina más famosa del verano”, que es sin duda la de Pedro J. Ramírez, vuelve a la actualidad. Libertad Digital -el periódico de Jiménez Losantos, del que es también accionista, aunque minoritario, El Mundo- lanzó públicamente la primera alarma. “Uno de los asaltantes a la casa de Pedro J. Y a la COPE será consejero de Interior de Mallorca”, subrayaba el órgano electrónico de Losantos aludiendo al líder de ERC en las Baleares, ir Lladó, nombrado en efecto responsable de Interior del Consell Insular de Mallorca, que presidirá la socialista Francina Armengol.
¿Asalto a la mansión mallorquina de Ramírez? ¿Asalto a la COPE? Más bien se trata, una vez más, de la perversión o degeneración del lenguaje, ejercicio muy grato a la derecha extrema y a sus aledaños mediáticos. Algunas gentes de ERC tienden a montar -a veces con cierta incontinencia gestual- protestas digamos llamativas. Pero ni asaltaron la mansión estival del director de El Mundo ni asaltaron la pía cadena radiofónica de los obispos. Como es falsa de toda falsedad esa cantinela que el coro genovés repite -con tanta perseverancia como sobredosis de demagogia- denunciando que los católicos son perseguidos en la España de Zapatero y, por supuesto, los militantes del PP, como certifica el caso Bono incluso después del veredicto del Tribunal Supremo.

Los salvapatrias
Las fantasías conservadoras son fértiles. ¿Cabe interpretar el acoso a la piscina de Ramírez –cuya legalidad está prendida con alfileres- como “el precio que hay que pagar porque El Mundo defienda en Baleares los valores de la España constitucional”? Claro que cabe. En la osadía de determinados salvapatrias cabe eso y mucho más. La frase entrecomillada pertenece al artículo dominical de Ramírez, buena parte del cual va dedicado a su piscina. ¡Oh, qué soberbia coartada convertir una piscina en la defensora de la España constitucional!” ¿Tenía, pues, razón tan afamado periodista cuando elevó hace uno o dos estíos la polémica de su piscina doméstica al altar de las cuestiones de Estado?

Sentencia del autor
“Nadie debería, por cierto –sentencia el autor del artículo-, tomarse a broma el inminente nombramiento de uno de los asaltantes de mi domicilio en Mallorca, el independentista ir Lladó, nada menos que como nuevo conseller de Interior de la isla. Yo, desde luego, no voy a hacerlo. Al cómplice silencio que mantuvo el PSOE cuando ocurrieron los hechos sucede ahora la enaltecedora recompensa para quien continúa imputado en un procedimiento penal por coacciones y lesiones”.

Las desgracias futuras
Acusa a los socialistas locales de que con las medidas que reclaman en torno a la dichosa piscina se va a “facilitar que mis vecinos y yo suframos ataques de toda índole e intensidad”. Y, naturalmente, en semejante relato de las desgracias futuras, de pronto aparece ETA. He aquí el alegato del dueño de la piscina: “No puedo sino emplazar públicamente al Gobierno para que cumpla con su obligación de garantizar nuestra seguridad y la de todo el entorno. De lo contrario las más elementales normas del Estado de Derecho quedarían en suspenso y las responsabilidades se acuñarían con nombres y apellidos en el banco azul y en los escaños del Partido Socialista”.

La misma receta
Jamás una piscina había llegado tan lejos ni nunca nadie fue capaz de transformarla en referente nacional o, si se prefiere, en símbolo del Estado de Derecho. Cuando se acercan las vacaciones, Ramírez enarbola la piscina y arremete contra el Gobierno. Con las Baleares en manos de la izquierda, los apoyos a Ramírez se tambalean. Jaume Matas, tan amigo del periodista independiente, huyó. El cerebro de la conspiración sobre la autoría del 11-mi hermana aplicado a su piscina la misma receta que la derecha ha venido aplicando a la política española.

¡Qué tiempos aquellos!
Baleares está en peligro porque España se rompe a causa de la irresponsable gestión de Zapatero. La seguridad que ha de avalar con eficacia el Estado anda por los suelos. ETA y los independentistas de aquí, allá y acullá comparten los mismos objetivos. No se puede hablar con los asesinos. Y ETA parece dispuesta a matar como consecuencia de la nefasta actitud del Gobierno. Defender la piscina es defender a España. Tras cada chapuzón tendría que sonar el himno nacional. ¿Y la bandera? No te olvides, Pedro, de la bandera. Pon al lado de tan patriótica piscina una enseña grande, inmensa. Sin complejos, como la que Aznar ordenó poner en la plaza de Colón de Madrid. ¡Qué tiempos aquellos! E.S.