Hola paisanos; Esta mañana recibí un mail con esta historia:
Un famoso escritor estaba sentado en su despacho, pensativo. Cogió su bolígrafo y empezó a escribir:
”El año pasado, me operaron y me quitaron la vesícula y tuve que quedarme en la cama durante mucho tiempo.
Cumplí 65 años y me obligaron a jubilarme de mi trabajo con mí Editorial que me apasionaba. Había pasado 30 años de mi vida en esta Editorial.
También experimenté el gran dolor de la muerte de mi padre.
Durante el mismo periodo, mi hijo suspendió en medicina a causa de un accidente de coche. Tuvo que estar ingresado en el hospital varios días escayolado y el coche quedó totalmente destruido”.
Al final añadió: ” ¡Qué año tan horrible!”
Cuando la mujer del escritor entró en el despacho y encontró a su marido sumido en la tristeza, leyó lo que había escrito y en silencio, salió de la habitación. Al rato, volvió con otra hoja y la colocó al lado de la que había escrito su marido.
Él sobresaltado vio la nueva hoja y se encontró con esta nota:
”El año pasado por fin me libré de mi vesícula que me había estado fastidiando durante años.
Cumplí los 65 años con buena salud y me jubilé. Ahora puedo aprovechar mi tiempo para escribir algo mejor y con más tranquilidad.
Mi padre, a la edad de 95 años, sin depender de nadie y sin ninguna enfermedad importante, falleció y fue a reunirse con el Creador.
El mismo año mi hijo recibió la bendición de salvar su vida de un accidente de coche. El vehículo se quedó destrozado pero mi hijo salió vivo y sin ninguna discapacidad”.
Al final, su mujer había añadido con letra grande: ”Todo fue una inmensa bendición de Dios y le estoy muy agradecido de que el año terminara tan bien”.
El escritor lo pensó un momento y después, con una gran sonrisa, abrazó su esposa con cariño y le dio las gracias.
Creo que es un bonito tema de reflexión: en nuestro día a día podemos darnos cuenta de que para sentirnos felices necesitamos reconocer lo que hace que nos sintamos agradecidos y, si nos fijamos, todos tenemos un sinfín de cosas que podemos agradecer. Si queréis compartir unas experiencias al respecto, a muchos nos encantaría escucharos.
Gracias al amigo que me mandó el mail que he podido enviaros a mi vez
Un saldo a Manuel, ABACO, Pablo, UNO MAS, Guage y alas buenas gentes de este Foro
Un famoso escritor estaba sentado en su despacho, pensativo. Cogió su bolígrafo y empezó a escribir:
”El año pasado, me operaron y me quitaron la vesícula y tuve que quedarme en la cama durante mucho tiempo.
Cumplí 65 años y me obligaron a jubilarme de mi trabajo con mí Editorial que me apasionaba. Había pasado 30 años de mi vida en esta Editorial.
También experimenté el gran dolor de la muerte de mi padre.
Durante el mismo periodo, mi hijo suspendió en medicina a causa de un accidente de coche. Tuvo que estar ingresado en el hospital varios días escayolado y el coche quedó totalmente destruido”.
Al final añadió: ” ¡Qué año tan horrible!”
Cuando la mujer del escritor entró en el despacho y encontró a su marido sumido en la tristeza, leyó lo que había escrito y en silencio, salió de la habitación. Al rato, volvió con otra hoja y la colocó al lado de la que había escrito su marido.
Él sobresaltado vio la nueva hoja y se encontró con esta nota:
”El año pasado por fin me libré de mi vesícula que me había estado fastidiando durante años.
Cumplí los 65 años con buena salud y me jubilé. Ahora puedo aprovechar mi tiempo para escribir algo mejor y con más tranquilidad.
Mi padre, a la edad de 95 años, sin depender de nadie y sin ninguna enfermedad importante, falleció y fue a reunirse con el Creador.
El mismo año mi hijo recibió la bendición de salvar su vida de un accidente de coche. El vehículo se quedó destrozado pero mi hijo salió vivo y sin ninguna discapacidad”.
Al final, su mujer había añadido con letra grande: ”Todo fue una inmensa bendición de Dios y le estoy muy agradecido de que el año terminara tan bien”.
El escritor lo pensó un momento y después, con una gran sonrisa, abrazó su esposa con cariño y le dio las gracias.
Creo que es un bonito tema de reflexión: en nuestro día a día podemos darnos cuenta de que para sentirnos felices necesitamos reconocer lo que hace que nos sintamos agradecidos y, si nos fijamos, todos tenemos un sinfín de cosas que podemos agradecer. Si queréis compartir unas experiencias al respecto, a muchos nos encantaría escucharos.
Gracias al amigo que me mandó el mail que he podido enviaros a mi vez
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