Aprovecho tu comentario Liana para dar mi opinión al respecto.
Yo no creo que sea el escrito el que ha suscitado esta respuesta tan contundente como injusta. Entre otras cosas, porque por mucho que se quiera darle la vuelta, lo escrito, escrito está y no da lugar a dudas.
Lo que realmente ha provocado esta reacción es que la tradición de los corrillos, del descrédito a las espaldas mientras que se muestra una sonrisa de oreja a oreja cuando nos encontramos de frente (a esto le llamo yo hipocresía), se ha roto. Lo hemos roto quienes creemos que es necesario establecer un diálogo con el Ayuntamiento y decirle con nombres, apellidos y DNI, es decir, de frente, sin tapujos y sin descalificaciones (a esto le llamo yo honestidad), que aquí estamos dispuestos a colaborar y, por supuesto también, a decir lo que no nos gusta.
Esto asusta, descoloca, porque no es lo habitual.
Y si lo hemos hecho ahora y no antes, es porque teníamos la esperanza de que con la nueva corporación las formas y los contenidos serían muy diferentes a lo que hemos vivido en otros tiempos. Siempre se exige más a quienes esperamos que pueden dar más.
No puede ser que se siga creyendo que es el ciudadano el que está al servicio del ayuntamiento. Detalles como el horario (si es que existe tal horario) de apertura del ayuntamiento, demuestran que, efectivamente reina la confusión en este punto. Y el caso de Pedro no es algo puntual. Ocurre a menudo (no me atrevo a decir siempre).
Enfín, no creo que favorezca a nadie ni nadie se pueda sentir satisfecho con este tipo de reacciones. Se tiende una mano y aparece una hoz dándole un tajo, insultando nuestra inteligencia llamándonos ignorantes porque queremos saber y colaborar. En fin, yo creo que deberíamos hacer un ejercicio de humildad y reconducir este asunto de otras maneras.
Buenos días a tod@s.
Zoqueta
Yo no creo que sea el escrito el que ha suscitado esta respuesta tan contundente como injusta. Entre otras cosas, porque por mucho que se quiera darle la vuelta, lo escrito, escrito está y no da lugar a dudas.
Lo que realmente ha provocado esta reacción es que la tradición de los corrillos, del descrédito a las espaldas mientras que se muestra una sonrisa de oreja a oreja cuando nos encontramos de frente (a esto le llamo yo hipocresía), se ha roto. Lo hemos roto quienes creemos que es necesario establecer un diálogo con el Ayuntamiento y decirle con nombres, apellidos y DNI, es decir, de frente, sin tapujos y sin descalificaciones (a esto le llamo yo honestidad), que aquí estamos dispuestos a colaborar y, por supuesto también, a decir lo que no nos gusta.
Esto asusta, descoloca, porque no es lo habitual.
Y si lo hemos hecho ahora y no antes, es porque teníamos la esperanza de que con la nueva corporación las formas y los contenidos serían muy diferentes a lo que hemos vivido en otros tiempos. Siempre se exige más a quienes esperamos que pueden dar más.
No puede ser que se siga creyendo que es el ciudadano el que está al servicio del ayuntamiento. Detalles como el horario (si es que existe tal horario) de apertura del ayuntamiento, demuestran que, efectivamente reina la confusión en este punto. Y el caso de Pedro no es algo puntual. Ocurre a menudo (no me atrevo a decir siempre).
Enfín, no creo que favorezca a nadie ni nadie se pueda sentir satisfecho con este tipo de reacciones. Se tiende una mano y aparece una hoz dándole un tajo, insultando nuestra inteligencia llamándonos ignorantes porque queremos saber y colaborar. En fin, yo creo que deberíamos hacer un ejercicio de humildad y reconducir este asunto de otras maneras.
Buenos días a tod@s.
Zoqueta