Siempre he sentido la necesidad de conocer nuevos lugares y engrosar mi lista de amigos con las personas que he ido conociendo en mis escapadas.
Fue así que un día llegué a un territorio que me deslumbró y al que vuelvo siempre que el tiempo y mi vida acelerada me lo permiten.
Hace ya tiempo que su arquitecto dio forma a este lugar y hoy sigue en pie para el disfrute de muchos.
Redero, que así se llama el arquitecto, un hombre afable y acogedor, tuvo el acierto de construirlo de manera que, cuanta más gente transita por él, más grande se hace. Fue un visionario al imaginar un espacio abierto donde cualquiera puede acceder y sentirlo suyo.
Es un lugar de tránsito donde cada día puedes encontrarte con una sorpresa que, casi siempre, resulta estimulante y constructiva. Porque en ese lugar se dan cita poetas, pintores, narradores, cuentacuentos, animadores,... pero, sobre todo, es un lugar donde acude Gentes de Bien.
Un día puedes descubrir un paisaje olvidado, otro, una anécdota de antaño, y siempre, siempre, una razón para volver.
Este lugar me ha dado la oportunidad de los reencuentros con viejos amigos y del encuentro con nuevos. Y, sobre todo, me ha dado la oportunidad de compartir y enriquecerme con ellos.
Así que Redero, me temo que no soy yo el alma de este foro. Eso sí, mientras disponga de un momento libre, aquí estaré para sentir vuestra compañía.
Y como no quiero que nadie se quede en el tintero... ¡Feliz fin de semana a TOD@S!
Fue así que un día llegué a un territorio que me deslumbró y al que vuelvo siempre que el tiempo y mi vida acelerada me lo permiten.
Hace ya tiempo que su arquitecto dio forma a este lugar y hoy sigue en pie para el disfrute de muchos.
Redero, que así se llama el arquitecto, un hombre afable y acogedor, tuvo el acierto de construirlo de manera que, cuanta más gente transita por él, más grande se hace. Fue un visionario al imaginar un espacio abierto donde cualquiera puede acceder y sentirlo suyo.
Es un lugar de tránsito donde cada día puedes encontrarte con una sorpresa que, casi siempre, resulta estimulante y constructiva. Porque en ese lugar se dan cita poetas, pintores, narradores, cuentacuentos, animadores,... pero, sobre todo, es un lugar donde acude Gentes de Bien.
Un día puedes descubrir un paisaje olvidado, otro, una anécdota de antaño, y siempre, siempre, una razón para volver.
Este lugar me ha dado la oportunidad de los reencuentros con viejos amigos y del encuentro con nuevos. Y, sobre todo, me ha dado la oportunidad de compartir y enriquecerme con ellos.
Así que Redero, me temo que no soy yo el alma de este foro. Eso sí, mientras disponga de un momento libre, aquí estaré para sentir vuestra compañía.
Y como no quiero que nadie se quede en el tintero... ¡Feliz fin de semana a TOD@S!