Queridos foreros,
Se acabaron ya los 5 días que he tenido la suerte de pasar en el pueblo. Yo soy una de las afortunadas que, como dice un famoso anuncio de turrón, vuelven a casa por Navidad.
No hay novedades ni acontecimientos que contar salvo que, como dijo Toñín, el reloj del Ayuntamiento no funciona (¡Mil gracias Señor!). Tengo que ser sincera y deciros - mal que les parezca a quienes lo echan de menos - que, aunque el sonido actual parezca más que están doblando que marcar las horas, lo prefiero mil veces al martirio que suponía intentar conciliar el sueño por las noches. Supongo que tarde o temprano se arreglará y volverá a su lugar de origen aunque, no pierdo la esperanza de que, en esta ocasión, se tenga en cuenta que el descanso nocturno es un derecho y que no parece que tenga mucho sentido escuchar los cuartos, las medias horas y las horas enteras a partir de las 24H a un volumen tal, que hasta los habitantes de La Peraleja podrían escuchar sin mucho esfuerzo (sí, un poquito exagerada, ya lo sé; casi tan exagerada como el sonido que alcanzaba el susodicho).
Pero sí, se me olvidaba lo más importante. Claro que ha habido una novedad (al menos que yo haya visto por primera vez en nuestro pueblo). 4 casas conté que habían adornado sus fachadas con luces. Alegraban las noches terriblemente frías que hemos soportado y que dejaban a la vista a la mañana siguiente, capas de hielo por todas partes.
No pude por menos que sumarme a esta iniciativa y, aunque mi oliva no se ve desde fuera, también lució toda la noche del 24. Y como soy un pelín romántica, la adorné con velas. Tuve suerte al descubrir a la mañana siguiente, que una había sobrevivido y seguía luciendo; la de color verde, la de la esperanza.
Y Esperanza es lo que os deseo para este nuevo año que comienza.
¡Que todos nuestros sueños se cumplan ¡
Un abrazo.
Zoqueta
Se acabaron ya los 5 días que he tenido la suerte de pasar en el pueblo. Yo soy una de las afortunadas que, como dice un famoso anuncio de turrón, vuelven a casa por Navidad.
No hay novedades ni acontecimientos que contar salvo que, como dijo Toñín, el reloj del Ayuntamiento no funciona (¡Mil gracias Señor!). Tengo que ser sincera y deciros - mal que les parezca a quienes lo echan de menos - que, aunque el sonido actual parezca más que están doblando que marcar las horas, lo prefiero mil veces al martirio que suponía intentar conciliar el sueño por las noches. Supongo que tarde o temprano se arreglará y volverá a su lugar de origen aunque, no pierdo la esperanza de que, en esta ocasión, se tenga en cuenta que el descanso nocturno es un derecho y que no parece que tenga mucho sentido escuchar los cuartos, las medias horas y las horas enteras a partir de las 24H a un volumen tal, que hasta los habitantes de La Peraleja podrían escuchar sin mucho esfuerzo (sí, un poquito exagerada, ya lo sé; casi tan exagerada como el sonido que alcanzaba el susodicho).
Pero sí, se me olvidaba lo más importante. Claro que ha habido una novedad (al menos que yo haya visto por primera vez en nuestro pueblo). 4 casas conté que habían adornado sus fachadas con luces. Alegraban las noches terriblemente frías que hemos soportado y que dejaban a la vista a la mañana siguiente, capas de hielo por todas partes.
No pude por menos que sumarme a esta iniciativa y, aunque mi oliva no se ve desde fuera, también lució toda la noche del 24. Y como soy un pelín romántica, la adorné con velas. Tuve suerte al descubrir a la mañana siguiente, que una había sobrevivido y seguía luciendo; la de color verde, la de la esperanza.
Y Esperanza es lo que os deseo para este nuevo año que comienza.
¡Que todos nuestros sueños se cumplan ¡
Un abrazo.
Zoqueta