Por cierto, Yoli, no me he acordado, mi más sentido pésame por la muerte de Virgilio, marido de Cándida al que yo también conocí. Era muy buena persona, igual que su mujer. Lástima que no hubiera responso, ni tocaran las campanas. Me viene a la memoria lo que me cuentan de cuando murió mi abuelo Bonifacio, el marido de la Morenita, al que ni siquiera conocí. Dicen que era muy bueno y el cura de entonces, de. Ricardo, ni siquiera quería llevar la cruz al cementerio y las estanqueras tuvieron que sacar una cruz vieja que no se usaba ya, y todo porque murió sin confesar. Qué triste para una persona y unos familiares católicos. En fin, cosas más tristes suceden en la vida.
Vuelvo a saludar. Rosi.
Vuelvo a saludar. Rosi.