Todo es igual de falso. Como tú, querida. Mirate bien, sabes que engañas y te aprovechas de lo público. Estás engañando. Y luego vas de buena y santa, y lloras cuando entregan el estandarte. Y te das golpes de pecho. Y te crees muy creyente.
Somos todos falsos, rica.
Somos todos falsos, rica.