El estilo arquitectónico predominante en los reinos cristianos españoles era el
románico, pero la influencia normanda en la corte del rey Alfonso VIII determina la construcción de esta
catedral, que fue la primera catedral
gótica de Castilla junto con la de
Ávila. De estilo
gótico ligado a los maestros de la Champaña francesa, las obras se iniciaron en el año 1196 y se concluyeron en el año 1257. Sin embargo, como la mayoría de los
edificios religiosos, ha sufrido transformaciones a lo largo del tiempo: en el siglo XV se reconstruyó la cabecera gótica; el exterior de la catedral se renovó casi por completo en el siglo XVI; y en el siglo XVII se construyó la
capilla del Sagrario y se reformaron la
fachada y las
torres en estilo barroco.