Despues de pasada la Semana Santa, y de vuelta de vacaciones, yo poco puedo hablar del pueblo en esas fechas, porque no estuve alli, las pasé por tierras gallegas y pasadas por agua, pero si fuí en el Puente de San José, hubo menos gente de lo que esperaba, pero no fué impedimento para pasarnoslo de chupidomine. El tiempo ademas estuvo bueno, sin sol pero con una temperatura estupenda. Amén de los paseos a los atardeceres, tuvimos charlas con amigas y vecinas, meriendas con milhojas y café al amparo del calor de una estufa, vermohut el domingo a la salida de misa en el bar. Y ademas, la comida del domingo fué comunitaria para el que quiso ir al bar a degustar unas gachas con panceta y una caldereta de caza, con chorizos caseros, previo pago de 4 €.
Yo no estuve porque fuí invitada a comer cabezas asadas y morteruelo.
Con las fuentes, Piki, algo he oido, por lo menos con la fuentenueva, quieren arreglarla y hay terrenos que lindan con dicha fuente cuyos dueños estarian dispuestos a donarlos. Espero se cumpla.
El rio de la cañá, no lo vi, pero me comentó Pedro, que llevaba agua como antiguamente, pero donde creo era un espectaculo verlo era al llegar a su desembocadura, me comentó quedó helado y con los chorlitos colgando. Para algo tiene que haber servido tanta agua y tanto hielo.
Siempre es una satisfación ir al pueblo, abrir tu casa, charlar con los paisanos y compartir mesa y mantel, recorrer las calles, ir a la iglesia, pasear por el olmo el angel, San Roque, o el encañao, tanto da, que dá lo mismo, hemos respirado aire puro y nuestras raices se quedan cada vez mas engarzadas en el polvo del camino o en las hojas de los árboles.
Un abrazo a todos los que nos leen y los que escriben, aunque sea en verso.
Espigarosa
Yo no estuve porque fuí invitada a comer cabezas asadas y morteruelo.
Con las fuentes, Piki, algo he oido, por lo menos con la fuentenueva, quieren arreglarla y hay terrenos que lindan con dicha fuente cuyos dueños estarian dispuestos a donarlos. Espero se cumpla.
El rio de la cañá, no lo vi, pero me comentó Pedro, que llevaba agua como antiguamente, pero donde creo era un espectaculo verlo era al llegar a su desembocadura, me comentó quedó helado y con los chorlitos colgando. Para algo tiene que haber servido tanta agua y tanto hielo.
Siempre es una satisfación ir al pueblo, abrir tu casa, charlar con los paisanos y compartir mesa y mantel, recorrer las calles, ir a la iglesia, pasear por el olmo el angel, San Roque, o el encañao, tanto da, que dá lo mismo, hemos respirado aire puro y nuestras raices se quedan cada vez mas engarzadas en el polvo del camino o en las hojas de los árboles.
Un abrazo a todos los que nos leen y los que escriben, aunque sea en verso.
Espigarosa