LA FRAGUA Y EL HERRERO
En un rincón del museo el "Rastrillo"
Duerme el yunque con su sonido
Al cual el oficial aplicaba su oído
Siguiendo el ritmo de macho y martillo.
El maestro herrero de cara enjuto
Brazos fuertes y negra lengua
Por el humo de aquella fragua
De techo alto y paredes de luto.
El carbón de piedra en el rincón
Cimbreaba la cadena del fuelle
Que Abría y cerraba con su muelle
Soplando el ascua del carbón.
La pila de agua tenia alguna sosa
Para enfriar y templar la reja
Y también de la vertedera la teja
Sencilla Fragua de mesa una losa.
El maestro herrero fiel al trabajo
Para sacar a su familia adelante
Con penalidades y su buen talante
Ayudado por la iguala y algún destajo.
Forjo hombres y formo pensamiento
Fue buen cristiano y mejor hombre
Tío Emilio era en verdad su nombre
Y hoy su ceniza la esparce el viento.
del Poeta de Belmonte
En un rincón del museo el "Rastrillo"
Duerme el yunque con su sonido
Al cual el oficial aplicaba su oído
Siguiendo el ritmo de macho y martillo.
El maestro herrero de cara enjuto
Brazos fuertes y negra lengua
Por el humo de aquella fragua
De techo alto y paredes de luto.
El carbón de piedra en el rincón
Cimbreaba la cadena del fuelle
Que Abría y cerraba con su muelle
Soplando el ascua del carbón.
La pila de agua tenia alguna sosa
Para enfriar y templar la reja
Y también de la vertedera la teja
Sencilla Fragua de mesa una losa.
El maestro herrero fiel al trabajo
Para sacar a su familia adelante
Con penalidades y su buen talante
Ayudado por la iguala y algún destajo.
Forjo hombres y formo pensamiento
Fue buen cristiano y mejor hombre
Tío Emilio era en verdad su nombre
Y hoy su ceniza la esparce el viento.
del Poeta de Belmonte