El día de Todos los Santos
Hasta los más profanos
Recuerdan una vez al año
A padres y a hermanos
Como lo hacíamos antaño.
Y los cementerios visitan
El día de todos los santos
Y los difuntos nos invitan
A orar por ellos sin llantos.
Las flores se marchitan
Y no sirven de consuelo
Ni la angustia nos quitan
Y su olor no sube al cielo.
Esto suele ser tradición
Ofrendar por los difuntos
Y nos sirve de convicción
Que descansaremos juntos.
Es un recorrido por la vida
La que hacen los hombres
Sin pensar nunca en la ida
Y al llegar nos dan nombres.
Y la Parca nos va apuntando
En el libro secreto de fasto
Que ella solo va consultando
Avisándonos siempre insofacto.
Del poeta de Belmonte
Hasta los más profanos
Recuerdan una vez al año
A padres y a hermanos
Como lo hacíamos antaño.
Y los cementerios visitan
El día de todos los santos
Y los difuntos nos invitan
A orar por ellos sin llantos.
Las flores se marchitan
Y no sirven de consuelo
Ni la angustia nos quitan
Y su olor no sube al cielo.
Esto suele ser tradición
Ofrendar por los difuntos
Y nos sirve de convicción
Que descansaremos juntos.
Es un recorrido por la vida
La que hacen los hombres
Sin pensar nunca en la ida
Y al llegar nos dan nombres.
Y la Parca nos va apuntando
En el libro secreto de fasto
Que ella solo va consultando
Avisándonos siempre insofacto.
Del poeta de Belmonte