Meditación: día 17-03.03
Tema: maestro interior
Cuando nos advierten que hay que ser cándidos como palomas pero prudentes como serpientes, hay que ver las cosas antes de que pasen pero esto no se ha de convertir en una obsesión, también hay que saber disfrutar de todo cuanto el Maestro interior nos ha dado, en El está el descanso que pone olvido a todas nuestras preocupaciones, oír la voz del Maestro que nos habla en nuestro interior.
Todos los tiempos tienen sus malicias que hay que descubrir para poner remedio a todo cuanto nos robe la Paz.
Examinemos todos nuestros pensamientos y encontraremos la causa de nuestras preocupaciones, a nuestros pensamientos hay que poner guarda, de que sirve que la fortaleza sea sólida si tiene una entrada que no tiene guarda y que por allí se puede colar el enemigo, (nuestras potencias son esa fortaleza) nos pueden dar muchas satisfacciones pero también nos pueden quitar la paz cuando nuestro pensamiento se obceca en buscar la parte negativa de nosotros, nuestra Memoria puede ser buena pero se recrea en imágenes pasadas esto nos puede llevar a estar tristes y suscitar en nosotros recuerdos de melancolías esta es la puerta que hay que ponerle guarda, lo hecho, hecho esta no hay porque estar dándole vueltas, los lodos fétidos cuanto más se las mueve peor olor desprenden y cuando los cubre una capa sólida no huelen aunque sigan estando allí.
Hay que vivir dentro de nuestra realidad, no vivir en un mundo imaginario lleno de fantasías, si no que hay que vivir mal que nos pese la verdad de nuestra realidad buscando el cariño de las personas que nos rodean y que nos quieren también en esto nos ayudara nuestra creencia y el recuerdo de nuestros seres queridos.
La vida no es fácil pero de nosotros dependerá en parte nuestra felicidad, hay que tener miradas amplias no ser hombre de vía estrecha, la humildad en estos tiempos es fuente de sabiduría, pero tengamos en cuenta lo que un día oímos decir, niños ante Dios pero muy hombre ante los hombres.
Hoy el padre que ha predicado la homilía en la santa misa, ponía el ejemplo de la madre Teresa de Calcuta, la cual decía que su casa más que una casa de acogida era un moridero, decía que las personas que allí acudían eran enfermos terminales que necesitaban cariño para morir dignamente que es lo que la vida les había negado y es que muchas veces no nos damos cuenta el AMOR que una palabra cariñosa encierra un perdóname desactiva el furor de un hombre colérico, los hombres de hoy siempre están justificándose para quedar encima del adversario, los fácil que sería reconocer la culpa si es que la hubiera pero a esto el mundo lo niega no quiere cargar con la Cruz.
La fuerza de la palabra, muchas veces somos duros con las palabras y el mundo nos gana la partida con cualquier halago o lisonja este mundo es muy listo y muy taimado muchas veces somos presa de nuestros nervios y de nuestro coraje.
Observación: quiero pintar un cuadro de una mula que no tiraba a la galera porque la había estropeado unos malos gañanes, y claro esta daba bastante guerra y se volvió falsa dando patadas, el gañan quería quitársela de encima deseándole la muerte y lo primero que hizo es pensar la forma de irle quitando las energías y creyó conveniente que atándola corta al pesebre la mula no se podía echar y al no poderse echar no podía descansar y esto poco a poco iría minando la salud del animal como así fue hasta que llegó a su completo exterminio.
Con las personas ocurren otro tanto de lo mismo pero más sibilinamente o sea no dándolo a entender pero es una labor que también se hace usando mucha astucia por parte del mando esto me lo comentaba el compañerete que le fueron recortando funciones hasta reducir su campo de movimiento a la mesa y a la silla ¿es tanta la astucia del hombre ¿pues quisiera pensar de otra forma pero hoy por hoy no puedo decir lo contrario, porque he tenido motivos suficientes y la sicología que he visto me lleva a pensar en estas conclusiones.
del poeta de Belmonte
Tema: maestro interior
Cuando nos advierten que hay que ser cándidos como palomas pero prudentes como serpientes, hay que ver las cosas antes de que pasen pero esto no se ha de convertir en una obsesión, también hay que saber disfrutar de todo cuanto el Maestro interior nos ha dado, en El está el descanso que pone olvido a todas nuestras preocupaciones, oír la voz del Maestro que nos habla en nuestro interior.
Todos los tiempos tienen sus malicias que hay que descubrir para poner remedio a todo cuanto nos robe la Paz.
Examinemos todos nuestros pensamientos y encontraremos la causa de nuestras preocupaciones, a nuestros pensamientos hay que poner guarda, de que sirve que la fortaleza sea sólida si tiene una entrada que no tiene guarda y que por allí se puede colar el enemigo, (nuestras potencias son esa fortaleza) nos pueden dar muchas satisfacciones pero también nos pueden quitar la paz cuando nuestro pensamiento se obceca en buscar la parte negativa de nosotros, nuestra Memoria puede ser buena pero se recrea en imágenes pasadas esto nos puede llevar a estar tristes y suscitar en nosotros recuerdos de melancolías esta es la puerta que hay que ponerle guarda, lo hecho, hecho esta no hay porque estar dándole vueltas, los lodos fétidos cuanto más se las mueve peor olor desprenden y cuando los cubre una capa sólida no huelen aunque sigan estando allí.
Hay que vivir dentro de nuestra realidad, no vivir en un mundo imaginario lleno de fantasías, si no que hay que vivir mal que nos pese la verdad de nuestra realidad buscando el cariño de las personas que nos rodean y que nos quieren también en esto nos ayudara nuestra creencia y el recuerdo de nuestros seres queridos.
La vida no es fácil pero de nosotros dependerá en parte nuestra felicidad, hay que tener miradas amplias no ser hombre de vía estrecha, la humildad en estos tiempos es fuente de sabiduría, pero tengamos en cuenta lo que un día oímos decir, niños ante Dios pero muy hombre ante los hombres.
Hoy el padre que ha predicado la homilía en la santa misa, ponía el ejemplo de la madre Teresa de Calcuta, la cual decía que su casa más que una casa de acogida era un moridero, decía que las personas que allí acudían eran enfermos terminales que necesitaban cariño para morir dignamente que es lo que la vida les había negado y es que muchas veces no nos damos cuenta el AMOR que una palabra cariñosa encierra un perdóname desactiva el furor de un hombre colérico, los hombres de hoy siempre están justificándose para quedar encima del adversario, los fácil que sería reconocer la culpa si es que la hubiera pero a esto el mundo lo niega no quiere cargar con la Cruz.
La fuerza de la palabra, muchas veces somos duros con las palabras y el mundo nos gana la partida con cualquier halago o lisonja este mundo es muy listo y muy taimado muchas veces somos presa de nuestros nervios y de nuestro coraje.
Observación: quiero pintar un cuadro de una mula que no tiraba a la galera porque la había estropeado unos malos gañanes, y claro esta daba bastante guerra y se volvió falsa dando patadas, el gañan quería quitársela de encima deseándole la muerte y lo primero que hizo es pensar la forma de irle quitando las energías y creyó conveniente que atándola corta al pesebre la mula no se podía echar y al no poderse echar no podía descansar y esto poco a poco iría minando la salud del animal como así fue hasta que llegó a su completo exterminio.
Con las personas ocurren otro tanto de lo mismo pero más sibilinamente o sea no dándolo a entender pero es una labor que también se hace usando mucha astucia por parte del mando esto me lo comentaba el compañerete que le fueron recortando funciones hasta reducir su campo de movimiento a la mesa y a la silla ¿es tanta la astucia del hombre ¿pues quisiera pensar de otra forma pero hoy por hoy no puedo decir lo contrario, porque he tenido motivos suficientes y la sicología que he visto me lleva a pensar en estas conclusiones.
del poeta de Belmonte