Hoyo de Manzanares
Es bonito recordar la mili haya por el año 1962 cuando un servidor estaba cumpliendo el servicio militar, y me acuerdo que desde Belmonte fuimos a Cuenca a la caja de reclutas y desde allí nos estaba esperando un sargento y montamos en el tren que nos llevo hasta la estación del Norte de Madrid.
allí nos comimos el primer rancho y me acuerdo que estaban repartiendo el vino y yo fui con una botella, y me dijo el sargento muchacho tu te crees que estas en tu casa.
Desde la estación del Norte de (Madrid), fuimos en tren hasta Torrelodones, y desde allí estaban unos camiones del ejército esperándonos y nos trasladaron a la Unidad del campamento de caballería del Hoyo de Manzanares. Allí en hoyo de Manzanares estaban las cuatro unidades.
Fue bastante duro el periodo de instrucción porque la comida era escasa y todo los días te llevaban a las duchas y el agua venia del Guadarrama y estaba fría, pues me acuerdo de que fuera de las duchas había una cuba y calentaban el agua con ramas de jara, y el agua salía fría. Las duchas eran sencillas era un pasillo largo y por allí pasamos todos la ropa la dejábamos en el patio de carros de combate que el suelo era de tierra y nove veas allí salías como tu madre te trajo al mundo a vestiste era por el mes de marzo.
Fui destinado a carros de combate, y me acuerdo de que allí había gente simpática sobre todo me acuerdo de un tal Juan Regal Mata de Vallecas y cuando el sargento don Alfonso Mije Robles estaba de buen humos sacaba a Juan Regal Mata el de Vallecas y le preguntaba de donde sacaban el acero para los carros de combate y este se arremangaba el brazo y decía de aquí mi sargento su brazo era de fino como un alambre.
Yo nunca pele patatas porque el FURRIEL me tomo el número para cantarles a los que estaban pelando las patatas, entonces yo cantaba bien algunos fandangos y sobre todo la media granaína. Joder que tiempos aquellos.
Seguiremos con el royo.
Del poeta de Belmonte
Es bonito recordar la mili haya por el año 1962 cuando un servidor estaba cumpliendo el servicio militar, y me acuerdo que desde Belmonte fuimos a Cuenca a la caja de reclutas y desde allí nos estaba esperando un sargento y montamos en el tren que nos llevo hasta la estación del Norte de Madrid.
allí nos comimos el primer rancho y me acuerdo que estaban repartiendo el vino y yo fui con una botella, y me dijo el sargento muchacho tu te crees que estas en tu casa.
Desde la estación del Norte de (Madrid), fuimos en tren hasta Torrelodones, y desde allí estaban unos camiones del ejército esperándonos y nos trasladaron a la Unidad del campamento de caballería del Hoyo de Manzanares. Allí en hoyo de Manzanares estaban las cuatro unidades.
Fue bastante duro el periodo de instrucción porque la comida era escasa y todo los días te llevaban a las duchas y el agua venia del Guadarrama y estaba fría, pues me acuerdo de que fuera de las duchas había una cuba y calentaban el agua con ramas de jara, y el agua salía fría. Las duchas eran sencillas era un pasillo largo y por allí pasamos todos la ropa la dejábamos en el patio de carros de combate que el suelo era de tierra y nove veas allí salías como tu madre te trajo al mundo a vestiste era por el mes de marzo.
Fui destinado a carros de combate, y me acuerdo de que allí había gente simpática sobre todo me acuerdo de un tal Juan Regal Mata de Vallecas y cuando el sargento don Alfonso Mije Robles estaba de buen humos sacaba a Juan Regal Mata el de Vallecas y le preguntaba de donde sacaban el acero para los carros de combate y este se arremangaba el brazo y decía de aquí mi sargento su brazo era de fino como un alambre.
Yo nunca pele patatas porque el FURRIEL me tomo el número para cantarles a los que estaban pelando las patatas, entonces yo cantaba bien algunos fandangos y sobre todo la media granaína. Joder que tiempos aquellos.
Seguiremos con el royo.
Del poeta de Belmonte