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BELMONTE: Meditación: 03.03.04...

Meditación: 03.03.04

Tema: las enfermedades.

Las enfermedades entendidas como un fragmento de nuestra vida puede ser una buena ocasión para encontrarnos con nosotros mismos, de tal manera que hay que ser pacientes con nosotros mismo, y no ponernos nerviosos, no hay porque acalorarse sobre todo hay que llevar una conducta equilibrada, también hay que adaptarse a las circunstancias, hay que irse arreglándose interiormente de todo cuanto nos preocupa. Tacto y discreción con la mayor consigna para tratar al enfermo y las enfermedades, todo enfermo siente la sensación de vergüenza, cosa que hay que sobre ponerse cuando uno no se lo ha buscado.

Una cosa que pienso todos los días y de la cual me alegro es de haber acogido al plan de jubilación puesto por la Empresa de esta forma no he tenido que pedir favores a nadie las cosas se han desarrollando con toda naturalidad.

El último mes lo pase fatal: no trabajaba y me sentía inútil pero la gota que colmo el vaso fue lo del verano cuan le comunico por teléfono el ascenso, pues nunca me gusto la forma de actuación del e aunque quiera dar signos de hombre bueno, pues tiempo tuvo de llevar a cabo lo que prometió cosa que no ha llevado a término” cuando me dijo que procuraría de que tuviera buena vejez, a este respecto tengo que decir que no ha sido hombre de palabra y me ha dado ha entender que es un tacaño y un viva la virgen, o se que ha hecho bien poco por mi, menos tengo que agradecerle, pero de todas formas estoy contento de haberlo hecho.

La Virgen Santísima tuve siempre por abogada y nunca me defraudo, he llegado a palpar con mi ánimo lo mucho que ella me quiere y me quiere como soy con todas mis imperfecciones y defectos “ Yo siempre dije que si llegaba a jubilarme y lo hacia con bien es porque la Virgen Santísima estaba detrás de mi” porque trampas no me han faltado a lo largo de mi vida laboral, y mas con mi carácter fuerte que no me he doblegado nunca ante las dificultades.

Lo que mas me llamo la atención siempre de el es su sangre fría y su autodominio, su capacidad de pasar de las cosas, su tono de voz siempre bajito, su carga de intencionalidad y su elocuencia, como se enrollaba cosa que nunca sentí admiración eso si yo a todos mis jefes los he tratado de Usted. Y como decía un día Sebastián Gavilán de Comisiones Obreras, no se meten contigo Zafra porque no pueden, sino, no te quepa la menor duda que se meterían.

Cuando yo he dicho que nunca me he querido crear contradicción me refería a los que me rodeaban al Vuelca Tanques, y a Doña Croqueta, pues yo se que todo cuanto les digo se lo dirán por este motivo tengo que ser discreto cuando hablo con ello.