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BELMONTE: Historia de una tarde de verano...

Historia de una tarde de verano

Quiero escribir este testimonio de un buen hombre que toda su vida fue pastor y que tuvo ingenio, prudencia y prestancia en sus decisiones y pensamiento, pues era un sabio de la vida, porque de ella aprendió todo lo que la madre naturaleza le fue enseñando con el paso de los años

Corría el verano de aquel año cuando una señora vecina del pueblo de Belmonte fue a quejarse al cuartel de la comandancia de la guardia civil del pueblo, para denunciar que le habían quitado mies de su rastrojo recién segado ubicado en un lugar que le dicen las Muhedas.

Entonces la guardia civil tomo carta en el asunto y quiso resolver la situación y una tarde de verano cuando el Sol iba bajando y el calor no era tan fuerte se presentó la guardia civil compuesta por un sargento y un número, en las Muhedas y fue a preguntarle al pastor que apacentaba su rebaño en la rastrojera ubica en un lugar que le dicen el espartalillo y el pastor vio venir a la pareja de guardias civiles su encuentro y se pregunto el así mismo, que ira buscando, y cuando llegaron donde estaba el pastor después de darle las buenas tardes le preguntaron que si había visto alguna cosa extraña esos días por allí, y el respondió que no, que el iba al cuidado de su rebaño y que no se fueran las ovejas a las viñas que por allí había.

Entonces el sargento le pregunto a renglón seguido que había ido una vecina de Belmonte a dar parte porque le habían robado la mies de trigo de su rastrojo recién segado, y el pastor que era un hombre bastante prudente le dijo que no había visto nada.

Entonces el número de la guardia civil insistió tres veces y el pastor le dijo que el únicamente iba al cuidado de su rebaño que es de lo que tenia que responsabilizarse cuando el dueño le pidiera cuentas, entonces el sargento viendo que la conversación iba cobrando violencia le dijo al número uno de la guardia civil, claro si el hombre no ha visto nada, tampoco hemos de seguir insistiendo.

Pues al punto dieron la buenas tarde y se fueron, entonces no había llegado todavía la democracia, y la guardia civil tenia mucha fuerza en la persuasión de lo que preguntaba y a veces la gente por miedo declaraba la cosas, aunque fueran mentira y todo era por salir del paso.

Esta historia que cuento es de un hecho real, aunque he emitido el nombre de las personas que fueron protagonistas de la misma.