Buenas noches al que todavía no se haya acostado
Quiero contarte la película que he estado rebobinándola para recrearme en ella y no quería dejarla por escrito, pero he cambiado de opinión y quiero haceros participe del recuerdo en el cual me he pasado parte de la tarde viendo las escenas que la película contenía y quizás sea una cosa sin importancia, pero vale la pena recordar tiempos pasados y compararlos con estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Era por el mes de febrero y por estas fechas que los labradores salíamos a arar y teníamos que esperar a que hielos se fuera de la tierra y daba gusto tumbarse en la saca de paja o en una manta en el suelo de cara al Sol porque, aunque la noche había sido fría en este tiempo cuando sale el Sol y no corre el aire se esta muy bien porque aprieta y esto te quita la pereza.
Aquella mañana salimos a la labranza y con la manta que nos tapaba y encima de la mula y íbamos contentos porque la ilusión iba con nosotros y esto no cuesta dinero cada cual vive según su pensamiento, pues como vengo contando íbamos hacer lomillos en un pedazo del Espartalillo, rastrojo e iba acompañado de mi amigo Félix el con una yunta de mulas y yo con otra estas mulas se llamaban Cafetera y Completa, y las que llevaba mi amigo Félix era la Corbeta y Cordobesa este amigo mío era todo un artistas para el arado. Yo no quiero tirarme flores, pero se podía ver el arado que hacía que no era para tirar cohetes, pero estaba aseado.
Pero esta tarde recordaba lo ágil que estaba y con cuanta soltura montaba en las mulas, pue agarrado al morrión del yugo de un salto me ponía encima de la mula, estaba yo fuerte a esa edad de los diecinueve años y bien alimentado, pues mi madre a la hora de preparar la alforja no andaba con reparos siempre iba llena la merendera (Fiambrera) de carne mi madre era una buena mujer y una buena ama de casa y nunca comimos de latas de conserva pues era poco perezosa para coger la sartén, que por cierto la manejaba bastante bien
Pero como os voy contado he disfrutado trayendo al presente aquellas imágenes de mis diecinueve años y no creas después de cenar y echar la ronda tenia que desnudarme ponerme la ropa de trabajo y con las aflojas en el hombre tenia que ir a acostarme a la cuadra, pero por estas fechas también disfrutábamos de los temporales, porque no salíamos a arar al campo, algunas veces tenia que subir en casa de los amos a partir leña, pero tampoco me caía grande porque siempre me daban algo.
Por las mañanas y en este tiempo un compañero que estaba sirviendo en otra casa iba a donde yo estaba y hacíamos las gachas de harina de almortas y se quedaba uno bien con este almuerzo que tiempos aquellos y lo importante de todo es que pase mi juventud llena de salud y no me cansaba nunca de trabajar, y lo que es ahora no me puedo quejar, porque a pesar de las barbaridades que he hecho que siempre Sali por mi pie.
Jolines cuantas veces íbamos a las tabernas del pueblo a echar algunos cantares y a beber más de la cuenta, pero esto normalmente lo hacíamos los sábado por la noche. Tampoco me puedo quejar porque tuve amistad con algunas muchachas, pero no tuve novia, pero había una muchacha que me quería, pero una de mis tías me dijo que cuando iba al horno con su madre no sabia tocar la masa, pero miré usted por donde una vez que fui de permiso estando aquí en Barcelona me dijo esta misma tía que la chica que me quería se había hecho una buena mujer, pero ya no había remedio porque tenía novio.
Así es que mi consejo es que nadie te quite la IDEA QUE TU TENGAS EN LAS COSAS DE LA VIDA, LA CUAL SE VIVE UNA SOL VEZ.
11-02-25
Quiero contarte la película que he estado rebobinándola para recrearme en ella y no quería dejarla por escrito, pero he cambiado de opinión y quiero haceros participe del recuerdo en el cual me he pasado parte de la tarde viendo las escenas que la película contenía y quizás sea una cosa sin importancia, pero vale la pena recordar tiempos pasados y compararlos con estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Era por el mes de febrero y por estas fechas que los labradores salíamos a arar y teníamos que esperar a que hielos se fuera de la tierra y daba gusto tumbarse en la saca de paja o en una manta en el suelo de cara al Sol porque, aunque la noche había sido fría en este tiempo cuando sale el Sol y no corre el aire se esta muy bien porque aprieta y esto te quita la pereza.
Aquella mañana salimos a la labranza y con la manta que nos tapaba y encima de la mula y íbamos contentos porque la ilusión iba con nosotros y esto no cuesta dinero cada cual vive según su pensamiento, pues como vengo contando íbamos hacer lomillos en un pedazo del Espartalillo, rastrojo e iba acompañado de mi amigo Félix el con una yunta de mulas y yo con otra estas mulas se llamaban Cafetera y Completa, y las que llevaba mi amigo Félix era la Corbeta y Cordobesa este amigo mío era todo un artistas para el arado. Yo no quiero tirarme flores, pero se podía ver el arado que hacía que no era para tirar cohetes, pero estaba aseado.
Pero esta tarde recordaba lo ágil que estaba y con cuanta soltura montaba en las mulas, pue agarrado al morrión del yugo de un salto me ponía encima de la mula, estaba yo fuerte a esa edad de los diecinueve años y bien alimentado, pues mi madre a la hora de preparar la alforja no andaba con reparos siempre iba llena la merendera (Fiambrera) de carne mi madre era una buena mujer y una buena ama de casa y nunca comimos de latas de conserva pues era poco perezosa para coger la sartén, que por cierto la manejaba bastante bien
Pero como os voy contado he disfrutado trayendo al presente aquellas imágenes de mis diecinueve años y no creas después de cenar y echar la ronda tenia que desnudarme ponerme la ropa de trabajo y con las aflojas en el hombre tenia que ir a acostarme a la cuadra, pero por estas fechas también disfrutábamos de los temporales, porque no salíamos a arar al campo, algunas veces tenia que subir en casa de los amos a partir leña, pero tampoco me caía grande porque siempre me daban algo.
Por las mañanas y en este tiempo un compañero que estaba sirviendo en otra casa iba a donde yo estaba y hacíamos las gachas de harina de almortas y se quedaba uno bien con este almuerzo que tiempos aquellos y lo importante de todo es que pase mi juventud llena de salud y no me cansaba nunca de trabajar, y lo que es ahora no me puedo quejar, porque a pesar de las barbaridades que he hecho que siempre Sali por mi pie.
Jolines cuantas veces íbamos a las tabernas del pueblo a echar algunos cantares y a beber más de la cuenta, pero esto normalmente lo hacíamos los sábado por la noche. Tampoco me puedo quejar porque tuve amistad con algunas muchachas, pero no tuve novia, pero había una muchacha que me quería, pero una de mis tías me dijo que cuando iba al horno con su madre no sabia tocar la masa, pero miré usted por donde una vez que fui de permiso estando aquí en Barcelona me dijo esta misma tía que la chica que me quería se había hecho una buena mujer, pero ya no había remedio porque tenía novio.
Así es que mi consejo es que nadie te quite la IDEA QUE TU TENGAS EN LAS COSAS DE LA VIDA, LA CUAL SE VIVE UNA SOL VEZ.
11-02-25