Reflexión
“Caballito que corres uncido al carro dime, para que brille tu pelo tanto como te las compones, como sudado” (de Antonio de Trueba.
Quiero traer una vivencia mía cuando estuve en la mili que ya ha llovido, y fue por estas fechas cuando bajaba del campamento de caballería de Hoyo de Manzanares, y fue cuando subió el ordenanza de Teniente coronel en busca de dos ordenanzas para sustituir a los dos ordenanzas que tenían que licenciarse, y que era de mi pueblo uno de los ordenanza que tenían que licenciarse, y escogió a un primo suyo y a otro recluta que era de Belmonte y cuando estos se presentaron al Teniente coronel les pregunto que si estaban haciendo el curso de cabos o iba a la escuela de analfabeto y uno dijo que iba a la escuela de analfabetos y entonces el Teniente coronel le dijo que lo primero era saber leer y escribir antes que los caballos y entonces recurrieron a mi y aquel mismo día baje con el Teniente coronel a la Escuela de Estado mayor donde tenía los caballos esto estaba en la calle Santa Cruz de Marcenado al lado del cuartel de Conde Duque.
Me acuerdo el primer día que baje a la Cruz de Campo y monte en el potro Virador y eche a correr detrás del Teniente coronel y al momento de empezar el potro a correr le dije pare, pare mi Teniente Coronel y es que me salía por la cabeza del potro, jolines, entonces me dijo el Teniente coronel, pues no me dijiste que habías montado a caballo y yo le dije si, pero en mulas y borricos y empezó a reírse, y me dijo con el tiempo aprenderás a montar a caballo como así fue.
15-06-24
“Caballito que corres uncido al carro dime, para que brille tu pelo tanto como te las compones, como sudado” (de Antonio de Trueba.
Quiero traer una vivencia mía cuando estuve en la mili que ya ha llovido, y fue por estas fechas cuando bajaba del campamento de caballería de Hoyo de Manzanares, y fue cuando subió el ordenanza de Teniente coronel en busca de dos ordenanzas para sustituir a los dos ordenanzas que tenían que licenciarse, y que era de mi pueblo uno de los ordenanza que tenían que licenciarse, y escogió a un primo suyo y a otro recluta que era de Belmonte y cuando estos se presentaron al Teniente coronel les pregunto que si estaban haciendo el curso de cabos o iba a la escuela de analfabeto y uno dijo que iba a la escuela de analfabetos y entonces el Teniente coronel le dijo que lo primero era saber leer y escribir antes que los caballos y entonces recurrieron a mi y aquel mismo día baje con el Teniente coronel a la Escuela de Estado mayor donde tenía los caballos esto estaba en la calle Santa Cruz de Marcenado al lado del cuartel de Conde Duque.
Me acuerdo el primer día que baje a la Cruz de Campo y monte en el potro Virador y eche a correr detrás del Teniente coronel y al momento de empezar el potro a correr le dije pare, pare mi Teniente Coronel y es que me salía por la cabeza del potro, jolines, entonces me dijo el Teniente coronel, pues no me dijiste que habías montado a caballo y yo le dije si, pero en mulas y borricos y empezó a reírse, y me dijo con el tiempo aprenderás a montar a caballo como así fue.
15-06-24